El secretario de los Kirchner conocido como el "jardinero" de la ex presidenta Cristina Kirchner, Ricardo Barreiro, detenido en la causa de los cuadernos, declaró y buscó desligarse del caso.
"Yo no cobré ningún peso en base a la atención de Néstor y Cristina (Kirchner) en El Calafate", dijo Barreiro, según consiguió Clarín.
Barreiro planteó que además de no percibir un salario por sus servicios a la familia Kirchner, "yo también transportaba alimentos. Aclaro esto porque tanto a Cristina, Néstor como los secretarios eran transportados por sus custodios. Yo no llevaba elementos personales de ninguno". Así, trató de desligarse de las acusaciones en su contra como partícipe de la asociación ilícita.
En su declaración indagatoria "de 37 páginas" a la que accedió el mismo medios, Barreiro indicó ante el juez Claudio Bonadio que sus funciones eran "ir a buscar al aeropuerto a la ama de llaves, a las mucamas que venían de Olivos y la cocinera".
A su vez, dijo que "también transportaba alimentos" y negó estar involucrado en el movimiento de bolsos con dinero que llegaban al Sur.
Barreiro es "dueño de una empresa de helicópteros, una flota de colectivos, un restaurante en El Calafate, un complejo de cabañas para turismo y una gran propiedad con un celoso sistema de seguridad", patrimonio elevado para un secretario.
"El ex jardinero -que se ganó ese apodo porque cuidaba la casa que los Kirchner tenían en el Sur- quedó involucrado en el expediente a raíz de menciones de varios testigos que lo señalaron como parte del grupo de personas que se ocupaban del traslado, movimiento de bolsos con dinero que llegaban a Santa Cruz", según consigna la causa a la que accedió Clarín.
"Cada secretario de turno llevaba los elementos personales de cada presidente, sus bolsos, sus valijas. Ellos tenían una camioneta asignada por los custodios" y allí reforzó el concepto, "realmente los secretarios privados se manejaron de forma independiente", explicó el ex jardinero.