Aportantes truchos, dinero en negro y donantes fantasmas aparecen en el recuento del financiamiento de las dos últimas campañas electorales (presidenciales de 2015 y legislativas de 2017) del Frente para la Victoria (FPV), Cambiemos y el Frente Renovador.
Estas irregularidades abarcan a más de 7 mil personas que, en los registros, figuran como aportantes de las campañas, pero que en realidad son de recursos muy bajos, o negaron haber aportado dinero, o bien ni siquiera estaban al tanto de que sus nombres estaban incluidos en las listas, según reveló una investigación de La Nación.
Las campañas de Cambiemos fueron lideradas por Nicolás Caputo y Edgardo Cenzón en la nación y por Jorge Macri y Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires. En total, presentaron una lista con 2 mil personas que firmaron y admitieron parte del dinero gastado en campaña. El resto se gastó en negro. En Ituzaingó, por ejemplo, el candidato a intendente de Cambiemos, Osvaldo Marasco, presentó su lista de candidatos a consejeros escolares y concejales para descubrir luego que los nombres habían sido utilizados para dibujar aportes.
En la campaña presidencial de Daniel Scioli -2015- por el FPV hubo 4248 personas que se atribuyeron aportes de $10 mil, algunos llegaron a los $40 mil y un empleado de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) figuró con una donación de 60 mil pesos. Al conocerse la lista muchos de ellos se presentaron ante la Justicia para negar su participación.
Algo muy similar ocurrió en el Frente Renovador de Sergio Massa. En la lista de supuestos donantes del partido aparecían funcionarios cercanos al candidato y varios empleados públicos de la nómina de la municipalidad de Tigre, todos aportantes de bajos montos.