Un extraño caso de femicidio sorprendió a propios y extraños en Perú, donde un médico anestesista fue acusado de provocar la muerte de su esposa en medio de un sádico juego sexual.
El hecho ocurrió en octubre del año pasado. El hombre, identificado como Rubén Valera Cornejo, explicó que había vuelto de una fiesta en Arequipa con su mujer, Yubitza Llerena de Mendiburu, tras lo cual ambos, en estado de ebriedad, tuvieron relaciones y se durmieron.
"Recuerdo que me desperté de madrugada. Le toqué el hombro y la sentí fría. Me asusté, pensé que le había pasado algo", contó, según los registros policiales publicados por medios locales.
Sin embargo, este relato no coincidía con lo observado por los investigadores en la escena, ya que el cuerpo de la víctima presentaba sangre por todo el cuerpo, ni tampoco con los datos de la autopsia, que indicaban deceso por un shock hipovolémico y una hemorragia externa masiva.
Fue ahí cuando, al registrar la habitación, la Policía encontró varios juguetes sexuales y un mortero de cañón de 33 centímetros de largo y seis de diámetro.
A pesar de que Valera Cornejo negó haber utilizado el arma de guerra en medio de las relaciones, ésta tenía rastros de sangre y de vello púbico.
Más allá de todas estas evidencias, el acusado quedó en libertad, aunque con impedimento de salida del país. Enfrenta cargos por femicidio y tenencia ilegal de armas, mientras que la familia de la víctima continúa exigiendo justicia. "Que purgue en la cárcel por lo que ha hecho con mi hija. Lucharé por mi hija hasta el final", aseguró el padre de la mujer.