La polémica se desató luego de que se anunciara en el país de Putin el estreno de un reality show en el que todo está permitido: desde beber alcohol hasta asesinar a los contrincantes.
El aviso que promociona el programa dice: “Cada concursante da su consentimiento para que puedan ser mutilados, incluso asesinados. 2000 cámaras, 900 hectáreas y 30 vidas”.
Para ingresar al programa, los participantes deben firmar un contrato en el que se muestren de acuerdo con las reglas del juego. Pese a que está permitido violar y matar, el documento establece que la policía intervendrá en cualquier caso que se violen las leyes "como en cualquier democracia". ¿Raro, no? Además, como condición necesaria, deben ser mayores de edad y estar "mentalmente sanos".
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