Son varios los mendocinos estafados por el financista Enrique Blaksley

Su empresa Hope Funds S.A cumplía al principio con los intereses pautados para generar confianza, luego dejó de pagar.

Son varios los mendocinos estafados por el financista Enrique Blaksley
Enrique Blaksley acusado de estafa por miles de inversores

Unos dos mil inversores nacionales y algunos mendocinos se consideran estafados por la empresa Hope Funds SA., encabezada por el financista Enrique Juan Blaksley.

El abogado Ariel Civit, en diálogo con diario Los Andes, aseguró que se trata de gente perteneciente a la clase trabajadora. La denuncia fue presentada ante la Unidad Fiscal de Ciudad, que ya fijó una audiencia de conciliación, a la que Blaksley no fue.

El foco de la firma del financista era impulsar grandes eventos deportivos, como la visita al país del atleta jamaiquino Usain Bolt que corrió una carrera contra el Metrobús de la Ciudad de Buenos Aires (2013) y la de los tenistas Roger Federer, Venus y Serena Williams.

Según lo relata Civit, a diario Los Andes, en un principio los convenios eran bien cumplidos para generar confianza y consumar luego el golpe final. 
Un caso entre varios lo aportó el abogado mendocino en representación de uno de las víctimas, se señala que la operatoria consistía en que, como pago del dinero entregado (algo más de 200 mil pesos y unos 10.500 dólares), se establecía el "abono de intereses que ascendían al porcentaje del treinta por ciento anual". Ese contrato se hizo con un plazo a seis años, pero con la posibilidad de que el inversor pidiera el dinero entregado, a partir del primer año. Según se puede leer en el escrito aportado por Los Andes, durante el primer año de vigencia de los contratos, "la empresa fue pagando los intereses en forma trimestral y correctamente, razón por la cual y ante la confianza generada, uno de los denunciante y su esposa decidieron renovar los contratos referidos, por un año más...".

Sin embargo, al poco tiempo, dejaron de existir los pago de dividendos,  como así también desaparecieron las comunicaciones, en su reemplazo se sucedieron charlas dilatorias y conversaciones con quienes no eran los firmantes originales de los contratos de Hope Funds SA.