La investigación llevada adelante por la causa del asesinato de Fernando Báez Sosa podría destrabar la de la muerte de Natacha Jaitt, ya que ambas tienen un punto en común que podría ser decisivo para desentrañar qué pasó con la mediática.
Es que, a un año de la muerte de Jaitt, los peritos no han podido acceder a la información de su iPad, que por ser de marca Apple requiere de un software especial para ser desbloqueado. Pero, en el caso de los rugbiers, si se pudo acceder a la información dentro de sus teléfonos iPhone, de la misma marca.
Por eso, Alejandro Cipolla, abogado de Antonella Olivera, la hija de Natacha, pidió al fiscal Sebastián Fitipaldi que "arbitre los medios necesarios para solicitar a la División de Operaciones Técnicas de la Policía Federal Argentina (DOTE), si puede prestar colaboración para abrir el iPad debido a que es de público conocimiento que los mismos pudieron realizar una maniobra similar en el esclarecimiento del homicidio de Fernando Báez". Así consta en un escrito publicado por TN.com.ar.
Varios de los imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa tenían celulares iPhone. Matías Benicelli un iPhone 7, el mismo que Juan Pedro Guarino. Máximo Thomsen tenía un modelo anterior, un iPhone 3, y Luciano Pertossi también tenía uno de esa marca.
El celular de Lucas Pertossi, de la misma marca, fue el grabó la golpiza. Fue de ese aparato que la fiscal Verónica Zamboni dijo que "se han extraído datos de sumo interés".
Es decir que la Justicia pudo acceder al contenido de los iPhones, por lo que se espera que puedan hacer lo mismo con el iPad que perteneció a Jaitt, y así obtener más información sobre las causas que llevaron a su muerte.