Son diez los rugbiers acusados participar del asesinato de Fernando Báez Sosa, de 18 años, frente a un boliche de Villa Gesell. Todos ellos enfrentan delitos que podrían implicar la prisión perpetua.
Hasta ahora, los jóvenes habían mantenido una estrategia de defensa "mosaico". Es decir, cada uno de ellos era representado por el mismo abogado, el doctor Hugo Tomei. Sin embargo, con el avance de la investigación, se abre el interrogante: ¿podría cambiar esta circunstancia?
Según explicó el abogado penalista Marcelo Biondi a Clarín: "Es un grave error que en un hecho de tantos imputados, todos tengan el mismo abogado de defensor. No todos tienen la misma participación. El abogado no puede defender a 10 si hay intereses contrapuestos".
Se espera que tras las ruedas de reconocimiento, iniciadas este jueves, algunos busquen mejorar su situación. Hay que recordar que dos de los rugbiers llegaron a esta instancia como "coautores de homicidio agravado"; mientras, los ocho restantes, como "partícipes necesarios". Todos enfrentando la pena máxima.
Hasta el momento, Máximo Thomsen, de 20 años, es el más complicado, ya que los testigos aseguran haberlo visto mientras golpeaba ferozmente a la víctima. Es el caso también de Ciro Pertossi, de 19 años.
Sin embargo, las pericias a la ropa, celulares y zapatillas, podría comprometer más a alguno, y alivianar la responsabilidad de otros. En cuanto a los señalados como "partícipes necesarios", lo importante de ahora en adelante será determinar el grado de su accionar criminal.