Después de las primeras heladas, puede resultar tentador fertilizar las plantas para recuperar el follaje perdido; pero es mejor evitarlo, ya que habrá más heladas que quemarán esos brotes tiernos apenas salgan.
Les aconsejo regar lo justo; y si quieren incorporar nutrientes al suelo, empleen mantillo, lombricompuesto, compost o guano de caballo o vaca previamente fermentado. Aplíquelos en la base de las cazuelas para aumentar la temperatura en ese sector del suelo. Estos nutrientes orgánicos podrán ser utilizados más lentamente en primavera, cuando las temperaturas y el régimen de precipitaciones de esa época lo permitan, sin generar daños al nuevo follaje.
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