El Ryugyong, un "hotel maldito" de Corea del Norte que lleva 32 años en pie y nunca tuvo un huésped

Fue construido en 1987 y se esperaba que fuera una gran joya de la arquitectura, pero nunca se terminó del todo.

El Ryugyong, un "hotel maldito" de Corea del Norte que lleva 32 años en pie y nunca tuvo un huésped
People cross a road as the pyramid-shaped Ryugyong Hotel building looms in the background in Pyongyang, North Korea, Thursday, Dec\u002E 20, 2018\u002E Construction on the hotel, the capital city's most conspicuous landmark, began in 1987 but the work has not been completed and it has never hosted any guests\u002E It is believed to be the tallest unfinished building in the world\u002E (AP Photo/Dita Alangkara)

Listado entre los 50 edificios más altos del mundo, el del hotel Ryugyong, en Corea del Norte, se destaca por otro dato llamativo: tiene 105 habitaciones, y, en los 32 años que lleva en pie, nunca tuvo ni un solo huésped.

La construcción de este gigante comenzó en 1987, como una joya de la corona norcoreana, cuando el líder era Kim Il-sung, abuelo del actual Kim Jong-Un. La idea era inaugurarlo dos años después, pero los problemas económicos y, luego, la caída de la URSS provocaron que la construcción se detuviera y quedara inconclusa.

Ryugyong Hotel (AP)
Ryugyong Hotel (AP)

Pero los líderes norcoreanos estaban obsesionados con terminar el hotel y poder exponerlo como una joya arquitectónica propia. Pero, en la última década más de 3 millones habían muerto, y el gasto en la construcción era injustificable.

Así pasó el tiempo, hasta que en 2008 nuevos obreros ingresaron al Ryugyong. Lo enviaba la empresa egipcia de telecomunicaciones Orascom, que terminaría de construir las 3.000 habitaciones, los 8 restaurantes giratorios y algunos casinos y clubes nocturnos. Orascom invirtió 400 millones de dólares en la obra, a cambio de montar la infraestructura móvil del país.

Lo primero que hicieron fue gastar 180 millones de dólares en cubrir todo el edificio con cristal azul, pero por adentro continuó vacío.

El tiempo siguió pasando y, en 2018, Kim Jong-Un comenzó una campaña anunciando la inauguración, a pesar de que aún no tiene servicio de electricidad. Por eso, el presidente colocó más de 100.000 luces led que durante la noche transmiten propaganda y una bandera norcoreana de 40 metros.

Según las especulaciones, Kim Jong-un tendrá que decidir entre dos fechas para la inauguración: el 30 de diciembre de este año, para el aniversario de ocho años en el poder. O el 8 de enero de 2020, para su cumpleaños número 36.