El empresario brasileño Wesley Batista, dueño del frigorífico JBS, delató ante la justicia que dispuso de 150 millones de dólares en una cuenta a su nombre, en Estados Unidos, para financiar las campañas electorales del Partido de los Trabajadores de los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
La información consta en el video de la delación premiada de Batista ante los fiscales anti-corrupción, que está causando un terremoto político que también alcanza al presidente Michel Temer.
Batista dijo que puso dos cuentas corrientes personales en Nueva York que eran operadas por el ex ministro de Economía de Lula y de Rousseff, Guido Mantega.
"El dinero fue usado en gastos de campaña. Guido Mantega me dijo que 80 millones de dólares eran de la era Lula. Y otros 70 millones de dólares eran para Dilma. En 2014 se terminó la cuenta y no me pidieron más", dijo Batista, según el vídeo al que accedió Télam, liberado por el Supremo Tribunal Federal.
En comunicados, Rousseff y Lula negaron las acusaciones y dijeron que nunca pidieron dinero para el empresario.