La construcción de la ruta costera por el Canal Beagle, que partirá desde la ciudad de Ushuaia y tendrá una extensión de 132 kilómetros, generó polémica con referentes ambientalistas que cuestionan el posible impacto que tendrá el camino sobre la geografía del lugar.
La obra que ya fue adjudicada por el gobierno de Tierra del Fuego y que tendrá un costo aproximado de $ 1700 millones, se plantea como un corredor turístico y productivo para unir a la capital fueguina con el sector este de la isla.
Sin embargo, Organizaciones No Gubernamentales e investigadores científicos denunciaron que hay ausencia de un anteproyecto o análisis de factibilidad, que no se permitió la participación de expertos del CONICET y ademas el proyecto ejecutivo y el estudio de impacto ambiental serán llevados a cabo por la propia empresa adjudicataria.
Por su parte, los propietarios de la estancia Harberton, uno de los sitios históricos por donde atravesará la ruta, dijeron haber presentado al gobierno dos propuestas alternativas de trazado del camino, sin que los hayan tenido en cuenta. En lugar de eso optaron por avanzar en una ley de expropiación de las tierras que sancionó la legislatura.
"Si la ruta se hace por donde está planteada va a causar un daño irreparable a los yacimientos arqueológicos más antiguos de la provincia", aseguró a la prensa local Abby Goodall, una de las dueñas de la estancia.