La Argentina se convirtió en el primer país hispano latinoamericano en ser examinado por los inspectores de la Guía Michelin. El 24 de noviembre próximo se realizará la selección inaugural de restaurantes para la Ciudad de Buenos Aires y Mendoza.
En una entrevista con Vía País, el ministro de ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens, repasó cómo fueron las gestión para concretarlo, habló sobre el potencial económico y destacó el valor para la industria gastronómica de nuestro país.
¿Cómo se gestó la iniciativa para que la Guía Michelin debute en la Argentina?
- Nosotros veníamos pensando en traer la Guía Michelin porque sabemos lo que significa y creíamos que la Argentina tiene todas las condiciones para posicionarse como Capital Gastronómica de Latinoamérica y, de alguna manera, haber anunciado la llegada de Michelin reafirma o corrobora que nuestra lectura era la correcta. Argentina puede posicionarse para jugar en las grandes ligas a nivel mundial, no solo regional, y este hecho, la llegada de Michelin, creo que lo afirma.
También supone una apuesta a futuro. ¿Cuánto tiempo va a durar el acuerdo?
- Por supuesto, como siempre trabajamos nosotros: a mediano y a largo plazo. Nosotros trabajamos por este acuerdo más de un año y va a empezar a regir desde el año que viene. Es decir, estamos pensando en una política que nos trasciende. Seguramente yo el año que viene no sea ministro y esto es algo que le va a quedar al país, a Buenos Aires, a Mendoza. Hay una posibilidad clara de que este crecimento sea exponencial y que sea haga en otras ciudades del país. Ya estábamos contentos antes del anuncio y ahora que vemos la repercusión, que nos soreprendió hasta a nosotros, más todavía.
¿Por qué Mendoza?
- Porque sin dudas Buenos Aires y Mendoza son los destinos gastronómicos más consolidados. Mendoza, en principio, de la mano de la industria vitivinícola y del turismo enológico ha desarrollado una gastronomía de primerísimo nivel mundial. Yo, antes de la llegada de Michelin, cuando me tocaba ir a alguna feria del mundo, hablaba de Mendoza, de la gastronomía, de la hotelería y decía que toda esa infraestructura no tenía nada que envidiarle a los grandes destinos del mundo. Y creo que no me equivoqué. La selección que hace Michelin de Mendoza revalida todo lo que nosotros creíamos.
¿Cuáles son las provincias atractivas desde el aspecto gastronómico para que Michelin se extienda?
- Atractivas, por la variedad y lo que representa Argentina, y lo hablabámos también con la gente de Michelin, hay muchas, no quiero nombrar a una porque podría ser en detrimento de otra. Pero Argentina tiene una variedad y una riqueza gastronómica impresionante. Hay mucho de lo que tiene que ver con la gastronomía del Norte, ya sea Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, con toda esa gastronomía andina, que sin duda es una maravilla. También hay mucho de lo que sucede en el NEA más vinculado al pescado y demás que también es maravillosa; lo que pasa en el Sur, con la gastronomía patagónica, que para mí es uno de los secretos bien guardados de la Argentina. En fin, cada región, cada provincia tiene sus particularidades y lo que va a hacer esta llegada de Michelin es subir la vara. Hacer que todas las ciudades, todas las provincias, todos los restaurantes quieren ser parte de esto porque los posiciona ante el mundo. Es un punto de inflexión, un antes y después, posiciona a la Argentina como el mejor destino gastronómico más importante de Sudamérica, sin ninguna duda esto, y da una perspectiva de crecimiento, no solo de buenos Aires y Mendoza, sino en todo el país.
¿Se puede cuantificar el impacto económico que traería aparejado?
- Es difícil de cuantificar, pero tenemos antecedentes de ciudades en donde ha sucedido, como el caso de San Francisco, en donde se crearon más de 4000 puestos de trabajo en un año; en Italia, los pueblos que tenían restaurantes catalogados con estrellas Michelin tuvieron un impacto adicional de 280 millones de euros a lo que ya se generaba con el turismo.
Lo que vemos es que no solamente va a haber un boom de turistas que lleguen porque tenemos Michelin o porque la gastronomía tiene algo que decir per sé, más allá de los destinos naturales, sino que además también se va a alargar la estadía, va a ser determinante a la hora de elegir un destino u otro, y eso está medido, estudiado por consultoras internacionales, que tienen claro que el impacto en donde está la guía Michelin es enorme.
¿Cuál es el mensaje para los empresarios gastronómicos en este contexto?
- Hay algunos agradecimientos que no se pueden dejar de hacer, principalmente al sector privado gastronómico que ha apostado por nuestro país, generando trabajo y creyendo en el talento local. Hoy son reconocidos con una marca de primer nivel mundial, es un reconocimiento justo y que nos llena de orgullo y de energía para lo que viene. Argentina tiene todo para ser uno de los grandes destinos turísticos y gastronómicos del mundo y esta distinción, más allá del trabajo que pudimos haber hecho nosotros, no hubiera sido posible sin esos empresarios, cocineros, chefs que aportaron su talento y que también hay invertido en el país.