En los tribunales del Centro Judicial Monteros avanza el juicio contra José “Catucho” Cruz (25), acusado del asesinato de Silvio Cabrera (47), un remisero cuyo cuerpo fue hallado el 13 de febrero de 2023 en la ruta 325, kilómetro 12, en Las Carreras, El Mollar. Cabrera, quien había salido de su casa en Lules para un viaje hacia Tafí del Valle, fue encontrado con cuatro disparos en la cabeza y su vehículo, un Volkswagen Suran, incendiado.
El caso está bajo la jurisdicción de la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos contra la Propiedad y la Integridad Física de Monteros, dirigida por Mónica García de Targa. La fiscalía ha imputado a Cruz por homicidio agravado por alevosía y por el uso de arma de fuego en concurso real con hurto agravado. Tanto la Fiscalía como la querella han solicitado la pena de prisión perpetua para el acusado.
Durante los alegatos de apertura, el auxiliar de fiscal Bernardo Sassi presentó la teoría del caso y enumeró las pruebas recolectadas para demostrar la culpabilidad de Cruz. “Vamos a reconstruir el último viaje de Silvio”, afirmó Sassi. Según la autopsia, la víctima recibió cuatro disparos en la nuca, realizados a corta distancia, causándole la muerte inmediata. “Cruz usó un arma de fuego y lo hizo de atrás, a traición; sin ningún tipo de riesgo para su integridad física. Vamos a demostrar que Silvio no tuvo ninguna posibilidad de defensa y que Cruz aprovechó el estado de indefensión de la víctima”, subrayó Sassi.
Según la acusación, Cruz abordó a Cabrera en Lules y lo llevó a Tafí del Valle. A las 8:00 horas, desde el asiento trasero del vehículo, Cruz habría disparado a Cabrera y luego incendió el automóvil antes de huir. Posteriormente, robó una motocicleta en el paraje conocido como El Rincón, pero fue atrapado por la policía alrededor de las 15:00 horas.
En la primera jornada del juicio, declararon varios testigos clave, incluyendo familiares del imputado, quienes aseguraron que Cruz les confesó el crimen. También testificaron la telefonista de la remisería donde trabajaba Cabrera, vecinos del lugar del hallazgo, policías y bomberos presentes en la escena del crimen, y dos personas que proporcionaron videograbaciones del vehículo momentos antes del asesinato.