Los que transitamos la década del `80 sabemos que el título de esta nota era solo un anhelo. Ver televisión con una imagen respetable era casi una odisea, posible, pero odisea al fin.
Por aquellos años Tres Arroyos solo recibía la señal de dos canales de aire: Telenueva Canal 9 de Bahía Blanca y Teledifusora Canal 7 de la misma ciudad. Ambos canales podían visualizarse medianamente bien, lógicamente nunca en simultáneo, cuando se veía bien uno, el otro se veía igual que vos frente al espejo con 40 grados de fiebre.
Se veía bien, siempre y cuando, la antena que tenías instalada arriba del techo de tu casa estuviese bien direccionada.
¿Y cuando se despelotaba la señal? ¡Acertaste! Los días de viento, lluvia y tormenta; por lo que, indefectiblemente, 10 minutos antes del comienzo de la novela que la vieja miraba por gusto y el resto de la familia por obligación, algún integrante debía salir al patio para ajustar la señal.
Con una mano le daba a la roldana para direccionar la antena, con la otra sostenía un palo de escoba y rezaba para que no lo parta al medio el primer rayo que cayera cerca de esa antena de hasta 8 metros en algunas casas.
Todas estas maniobras se llevaban a cabo con la puerta del patio abierta y el oído bien afinado para escuchar las instrucciones que a los gritos te mandaban desde adentro: “más…más… ahí ahí!!!...te pasaste!! un poquito menos…escucháme lo que te digo!!!!no no…para el otro lado… parápará!!!
Era un trabajo milimétrico, de precisión absoluta, embocarle de movida te consagraba como “roldanero de antenas” de todo el barrio.
Pero eso no era todo. Para mirar televisión no solamente era necesario tener instalada una antena en lo alto, también fundamental “las orejas de conejo” sobre el televisor, que te permitían poder sintonizar los canales de aire; o mejor decir el canal de aire, porque cuando lograbas que uno de los canales se viera “como un espejo”, expresión que se utilizaba, pero que casi nunca coincidía con la realidad que devolvía la pantalla, la verdad que volver a darle a la roldana para “hacer zapping al otro canal”, no era ni práctico ni muy conveniente.
Indefectiblemente toda la familia terminaba mirando lo que había, que no era mucho, no solo por tener un solo canal, sino porque la transmisión comenzaba a las 18 horas los días de semana y al mediodía sábados y domingos.
En algunos sectores de la ciudad también podía visualizarse los canales 8 y 10 de Mar del Plata, pero eso dependía más de la suerte que de factores externos.
El televisor pasó a ser un mueble más en todas y cada una de las casas. Siempre en sus dos y únicas versiones: color o blanco y negro; 20 pulgadas para el comedor o el living, y 14 pulgadas para la habitación o la cocina. No había más nada, misma cantidad de opciones de televisores como señales de televisión.
Esa proporción hoy se sigue manteniendo. Según el catálogo de una gran empresa de electrodomésticos hay televisores de 22, 24, 28, 32, 40, 42, 43, 48, 49, 50, 55, 60, 65, 70, 75, 77, 80, 82, 84, 85, 86, 90, 95, 98 y 100 pulgadas.
Y ni hablar de las distintos tipos: Smart, LED, LCD, AMOLED, OLED, QLED o ULED, K, Ultra K, 4K, UHD 4K etcétera, etcétera. Elegir hoy en día un televisor es más difícil que un curso de física quántica.
Más allá de la humorada y la exageración no deja de ser verdad ninguna de estas peripecias mencionadas, pero cambiemos un ratito de canal para volver más tarde a esta misma señal.
Las antenas
Las antenas de televisión fueron un ícono de la segunda mitad del siglo XX y llegaron a ser la tecnología del momento. La clase social de una familia no se medía por el auto que tenían estacionado en la puerta o por la construcción de su casa, sino por la altura que tenía la antena de televisión en su patio, era indicador de status social.
Como ya dijimos eran fundamentales, condición “Sine qua non” para poder pescar algún “llovido” en la pantalla.
Esos armazones un poco de hierro, otro tanto de metal fueron populares en toda la ciudades. Las antenas comenzaron a dejar de usarse cuando morían los ‘80 y empezaba la década del ‘90 porque llegaron los cableoperadores y el servicio de televisión pasó a ser otro.
Durante la crisis del 2001 la gente comenzó a borrarse de la televisión por cable y las antenas de TV tuvieron un “segundo aire” y comenzaron a instalarse nuevamente en los domicilios.
La Televisión en Argentina
La primera trasmisión de prueba en Argentina se llevó a cabo el 17 de octubre de 1951 y las imágenes que se difundieron fue aquel acto en la Plaza de Mayo donde Eva Duarte renuncia a postularse a la vicepresidencia.
Una vez finalizada la trasmisión del discurso de Evita, la programación de la tarde continuó con cortos musicales y dibujos animados. A la noche se trasmitió un espectáculo musical con vestuarios y escenografía prestadas por el Teatro Colón, presentado por el locutor Ignacio de Soroa e interpretado por la orquesta estable de Radio Belgrano.
Las imágenes pudieron ser difundidas gracias a una antena de 50 metros de altura y un equipo transmisor instalados en el edificio del Ministerio de Obras Públicas, ubicado en la Avenida 9 de Julio. Allí mismo pasaría a funcionar el primer estudio de televisión del país.
El 4 de noviembre del mismo año comenzaron a realizarse emisiones frecuentes. Un partido de fútbol entre San Lorenzo y River Plate fue una de las primeras transmisiones.
Recién dos años después de aquel histórico día, en 1953, empiezan las transmisiones regulares pero los aparatos eran muy costosos por lo que las personas se juntaban en la casa de alguien que tuviera televisor o se encontraban en bares o se agolpaban frente a vidrieras para mirar la flamante televisión.
Dato curioso: Tres Arroyos estaba representado en aquellas primeras transmisiones de prueba a nivel nacional, de la mano de las carambolas de nuestro quíntuple campeón mundial de Billar, Pedro Leopoldo Carrera.
La Televisión en Tres Arroyos
Un día del verano de 1960 en un domicilio particular de calle Gomila, pasadas las 22 horas, se logró captar la señal de Canal 7 de Buenos Aires donde se observaba la actuación del grupo folklórico Los Calchaquíes, convirtiéndose esa noticia en un verdadero suceso.
A Fines de 1963 hubo un primer intento para que Tres Arroyos tuviese su propio canal de televisión, bajo un emprendimiento privado denominado “Tres Arroyos SA-Canal 6 de Televisión” que había superado las primeras etapas legales para su instalación, pero el proyecto quedó definitivamente trunco a principios de 1964.
En los últimos años de la década del ‘60 algo de a ratos se pescaba, canal 8 de Mar del Plata podía verse “dependiendo del viento”.
No se puede hablar de televisión en Tres Arroyos sin nombrar al querido y recordado Freddy Wolfram, uno de los pioneros que haya por el año 1965 realizó la primera transmisión televisiva de Tres Arroyos desde la terraza de su casa. Además, fue uno de los grandes precursores y más fervientes hinchas para que la televisión desembarque definitivamente en nuestra ciudad. Sin Freddy, nuestra tele hogareña no sería lo que es.
La instalación de antenas repetidoras de los canales 7 y 9 de Bahía Blanca dio paso a la masividad del servicio. Los cielos tresarroyenses comenzaron a llenarse de antenas para recibir la señal y la tele, poco a poco, pasó a formar parte de la vida de todos.
La llegada de la televisión por cable a Tres Arroyos
Tres Arroyos Televisora Color - Canal 2 comenzó a ser una realidad en 1984 cuando se inicia la construcción de sus instalaciones en Falucho al 650 previo otorgamiento de la licencia del Comité Federal de Radiodifusión (Comfer) para su funcionamiento y recibir las respectivas autorizaciones de la Municipalidad de Tres Arroyos, para trabajar en la vía pública y con la CELTA, para aprovechar el tendido eléctrico para instalar los cables del circuito cerrado de televisión.
Con adhesión anticipada al servicio, previa al tendido de cables, la obra fue financiada y las instalaciones efectuadas.
En febrero de 1985 comenzaron las transmisiones experimentales o de prueba. Las mismas se realizaron diariamente de 19:30 a 21 horas y los tresarroyenses podían seguirla a través de los televisores instalados en las vidrieras de diferentes comercios céntricos. Cada tarde una gran cantidad de curiosos se agolpaban sobre la vereda para seguir la novedad.
El 28 de marzo de 1985, Canal 2 Tres Arroyos Televisora Color inició sus transmisiones regulares. Eran 6 horas de programación diaria con dibujos animados, documentales, series, música, telenovelas enlatadas y películas.
Diariamente de 20 a 21 horas, se transmitía en directo el noticiero “Buenas Noches, Argentina” de Canal 13 de Buenos Aires conducido por Sergio Villaroel y Roberto Maidana. Los flashes informativos con la actualidad de Tres Arroyos y las localidades del distrito fueron apareciendo paulatinamente en la programación en distintos horarios.
El lunes posterior a su inauguración el intendente municipal de aquellos años y protagonista de nuestra próxima historia, Jorge R. Foulkes se dirigió a la población de Tres Arroyos a través de un mensaje emitido durante el transcurso del programa “Buenas Noches, Argentina”.
La polémica con la antena de ATC de Tres Arroyos
A principios de la década de 1980 ATC, Argentina Televisora Color, ex y actual canal 7 de Buenos Aires, se expandía a lo largo y ancho del país con sus antenas repetidoras.
Era el único canal capitalino capaz de verse de punta a punta del país.
Fue después de la puesta en funcionamiento de Canal 2 de Tres Arroyos, que el intendente Jorge Foulkes comenzó a considerar que el servicio no solo era monopólico sino también injusto, y que la ciudad debía tener la posibilidad de sumar una variante gratuita a toda la población.
La idea de instalar una antena repetidora de ATC que abarcase gratuitamente a toda la ciudadanía comenzó a germinar en la cabeza del intendente.
Eso no solo suponía un conflicto de intereses con los propietarios e inversores de Canal 2, sino que violaba la Ley de Radiodifusión Nacional existente por aquellos años.
Lejos de intimidarse, el intendente instaló la antena en la terraza de la municipalidad y puso en funcionamiento el servicio.
Allá por el año 1987, una mañana, comenzaron las emisiones de prueba de la repetidora local de ATC, LS 82 TV Canal 7 de Buenos Aires y ese mismo día por la noche, el intendente Foulkes en un acto llevado a cabo en el Hall de la Municipalidad dejó inaugurado el servicio que retransmitía integras las emisiones de ATC desde las 9 de la mañana hasta las 2 de la madrugada.
Pese a las amenazas de sanciones y a la presunta violación de leyes vigentes, Foulkes no solo puso en servicio en funcionamiento sino que, a través de unos precarios equipos, llegó a difundir por la señal, noticias y acontecimientos de Tres Arroyos.
La expansión de la televisión por cable fue poco a poco, haciendo desaparecer las antenas receptoras de los techos de las casas. Para principios de los 90 en Tres Arroyos y por aire, solo se podía visualizar ATC y Canal 8 de Mar del Plata.
La antena parabólica en la terraza de la Municipalidad de Tres Arroyos todavía está instalada.
El cable y las nuevas tecnologías
Para mitad de la década de 1990 Multicanal, Cablevisión y VCC comenzaron a captar el mercado principalmente por un contenido que se diferenciaba de los canales tradicionales , el acceso a señales internacionales, la programación sin tandas publicitarias (¡parece en otra vida!) y los canales exclusivos de cine o deportes.
Fue en esa época cuando comenzaron a surgir los primeros canales de Tv temáticos de Argentina: Cablín, dedicada a los más chiquitos, TN, a las noticias, TyC Sport, al deporte y el Canal de la Mujer.
Volviendo a Tres Arroyos, Canal 2 fue comprado por Cablevisión, y TV Mundo que apareció con la intensión de hacerle sombra a canal 2, no pudo resistirse al mercado y fue absorbido por la misma empresa.
A fines de los 90 llegó a la ciudad la televisión satelital a través de Sky y Directv y la nueva ley de difusión permitió la aparición de Celta Tv en agosto de 2010, con una gran variedad de programación y contenido local.
Hoy los consumos culturales han cambiado pero el mercado sigue dominando la escena con una tendencia que comenzó en los 90 con la aparición de los canales codificados. Señales como HBO Olé donde se pasaban “las mejores películas” era un servicio que había que pagar aparte del abono por el cable.
Hoy se paga el cable… se paga aparte la señal HD… y aparte los canales premium de películas… y aparte los premium de deportes… y aparte los servicios de streaming donde las distribuidoras cinematográficas más importantes del mundo difunden su contenido... y aparte el servicio de internet necesario para visualizarlo, pero siempre, siempre, por la Ley de Murphy, la serie o película que vos querés ver, es exclusiva del servicio de streaming que vos no contrataste.
Sea como sea, hoy la televisión sea por cable, satelital, o a través de las plataformas de streaming han reemplazado esa idea que teníamos de la televisión y cambiaron los consumos culturales de la gente, pero aún hoy, en los techos de muchas casas, siguen estando esas viejas antenas de Tv como últimos testigos de una época que ya no se puede ver.