El vecino de Río Grande, Carlos Videla "forestó la Escuela de Policía, la Unidad Regional Norte y ha colaborado también con la ciudad en la plantación de árboles", relató el titular del Parlamento, Juan Carlos Arcando.
"Me comentó lo que usualmente hace la gente de Río Grande. Podar los sauces patagónicos, que es un árbol que tira raíces si se lo coloca en agua entre 35 a 45 días. Me dijo que sería una buena idea que tras cada poda, los vecinos en vez de tirar sus ramas, la trasplanten para tener una ciudad más forestada".
La mayoría de las especies arbóreas de la ciudad fueron plantadas por antiguos pobladores y "sería bueno que las nuevas generaciones tomen esta iniciativa de plantar árboles, especialmente en los nuevos barrios de la Margen Sur". En este mismo sentido coincidió con Videla y afirmó: "Los árboles no solo brindan ese alivio a la vista y generan oxígeno, sino también contención a los vientos". Por ejemplo, entendió que los álamos, si bien son más tardíos, "serían especies ideales para Chacra XI, Vapor Amadeo y Los Cisnes para frenar a los vientos", como sucede en el resto de las ciudades de la Patagonia continental argentina.