Millena Brandão, la joven actriz de 11 años que comenzaba a ganarse un lugar en la televisión y plataformas como Netflix, murió el viernes pasado en el Hospital General de Grajaú, en San Pablo. Su fallecimiento generó conmoción entre sus seguidores y una fuerte preocupación por cómo se manejó su diagnóstico médico.
Todo comenzó el 26 de abril, cuando fue ingresada por fuertes dolores de cabeza. En ese momento, los médicos sospecharon que se trataba de dengue. Sin embargo, su condición empeoró rápidamente, lo que obligó a su familia a buscar una segunda opinión. Fue recién en ese segundo hospital donde detectaron que, en realidad, Millena tenía un tumor cerebral de cinco centímetros.

La nena sufrió 12 paros cardiorrespiratorios en apenas unos días, lo que complicó cualquier intento de traslado o cirugía. A pesar del esfuerzo del personal médico por mantenerla estable, su cuerpo no resistió y finalmente murió. Sus padres, devastados, exigen que se investigue si hubo negligencia en el primer diagnóstico.
La prometedora carrera que tenía Millena Brandão
Millena Brandão no era solo una nena con sueños: ya estaba cumpliéndolos. Había participado en la novela juvenil La infancia de Romeo y Julieta (SBT/Prime Video) y también en la exitosa serie Sintonía, producida por Netflix.

Además, era modelo desde muy chiquita y había trabajado con reconocidas marcas brasileñas. Su cuenta de Instagram reunía miles de seguidores que la admiraban por su carisma y estilo. Soñaba con convertirse en supermodelo y llegar lejos en el mundo artístico.
“Estamos luchando, pero ella saldrá adelante, si Dios quiere”, había dicho su madre durante los días previos a su muerte. En ese momento, Millena estaba intubada y en estado delicado. “No reacciona, no se mueve… El caso es muy delicado”, había agregado, con esperanza.

La comunidad artística y sus seguidores no tardaron en despedirla con mensajes cargados de amor. Las redes se llenaron de homenajes para una pequeña que, con apenas 11 años, ya había dejado una gran huella.