La maratónica sesión en la Cámara Baja del Congreso de la Nación, que definió la media sanción de la ley de despenalización del aborto, generó diferentes sensaciones, en el contexto de un país que se mostró bastante dividido respecto a tema.
Conocido el resultado, quién salió a brindar su opinión, fue el obispo de Santiago, Vicente Bokalic. "Estoy triste porque la vida del que no puede ser escuchado quedó relegada", dijo, dejando entrever sus primeras sensaciones.
"Esto que ocurrió en el Congreso no es un partido de fútbol. La Iglesia y los hombres de buena voluntad han planteado su posición en torno a este tema, y se han escuchado muchas voces y la primera impresión que tengo es que la voz del más débil no fue escuchada", añadió.
Respecto a las acusaciones de presiones que se le hicieron al clero, Bokalic no dudó en desligarse. "La Iglesia siempre tuvo una postura del diálogo, de escuchar respetuosamente, sin agresión, y luchando por la vida de las dos personas", sostuvo.
El obispo también expresó que desde la Iglesia se conoce la problemática actual, que plantean desde el otro sector. "La Iglesia es consciente de la situación que sufre la mujer en situaciones de marginación, de atropello y de poca atención sanitaria, quizás de los errores que hemos tenido, de una mala adecuación sexual integral, que no pasa solamente por instruir a nuestros jóvenes en métodos anticonceptivos, es mucho más amplio", aseguró.
Por último, con la media sanción ya aprobada, instó a no bajar los brazos y seguir trabajando. "Hay que seguir trabajando por el valor de la vida. Las dos vidas. Nunca hemos descartado la vida. Cuando hay vida podemos resolver todo, pero cuando se corta una vida queda todo a mitad de camino. Ese es nuestro desafío como pastores, el de trabajar por la vida, acompañando a las mujeres más débiles, a las que no tienen acceso y en una situación difícil tienen que buscar como un atajo el aborto, cuando sabemos que esa no es la solución", finalizó en declaraciones a El Liberal.