La segunda jornada del juicio por el asesinato de Nélida Villar en 2013 tuvo como principales protagonistas a las hermanas de la víctima que dieron su testimonio y aseguraron que el acusado Abel Vázquez Correa prácticamente acosaba a la joven de 21 años.
“Mi hermana nos pedía que no le diéramos información”, aseguro una de las hermanas.
Dentro de las 13 horas que se extendió el debate el lunes los integrantes del tribunal y el resto de las partes realizaron una inspección ocular.
El juicio contra Vazquez Correa y su esposa Lucía Carrasco se trasladó esta semana al centro de convenciones Thesaurus en Malargüe.
Entre los 70 testigos que declararán ante los jueces Néstor Ariel Murcia, Jorge Yapur Meca y Sergio González ayer fue el turno de las hermanas de Nélida.
“Salió a la siesta a andar en bici porque le suspendieron un turno para hacerse las uñas. Debía regresar cerca de las 17 y como no lo hizo empezamos a buscarla con mis hermanas y mi papá. A la medianoche nos avisaron que había aparecido muerta”, inició el relato una de las hermanas recordando aquel fatídico 7 de mayo de 2013.
Sobre la relación que mantenían el acusado y la víctima aseguró que “vinimos a enterarnos luego del hecho y ahí comenzaron a cerrarme algunas cosas. Empecé a entender por qué Abel preguntaba y se interesaba tanto por mi hermana o por qué aparecía en su camioneta cuando salíamos a tomar algo. Una vez estábamos en una estación de servicio con mis hermanas y ahí apareció Abel, no cargó nafta ni nada, simplemente apareció, nos vio y se fue”.
Entre los comentarios que realizo la testigo, sostuvo que Nelly no quería que Vázquez supiera dónde estaba o qué hacía. “Mi hermana nos pedía que no le diéramos información, que él no tenía por qué saber. Pero él venía todo el tiempo al negocio que tenemos en casa (frente a la casa del matrimonio imputado)”.
“Después de la muerte de Nelly, no vinieron más. Abel vino con su papá a darnos el pésame y me pareció extraño que nos haya pedido disculpas. Lucía Carrasco lloraba desconsolada, de una forma exagerada para el poco vínculo que tenía con Nelly”, agregó.
Finalmente, esta hermana de la víctima ofreció como pruebas una serie de capturas de pantalla en las que una mujer le confirma y ofrece detalles del vínculo de Abel Vázquez y Nelly Villar, de más de 5 años, previo a su muerte.
El querellante Javier Giaroli, representando a la familia de la víctima solicitó al tribunal que las copias de esas conversaciones se incorporen a la prueba, pedido que fuera aceptado por la defensa y atendido por el tribunal.
Otra de las hermanas de Nelly pidió “justicia y que se sepa la verdad”. Dirigiéndose al tribunal, al final de su declaración, señaló: “Nelly quería ser alguien en la vida. Tenía un montón de sueños por cumplir y todos quedaron truncos. Les pido justicia, mi familia sufrió y sufre mucho por esto”.
Por otro lado, las partes tuvieron la posibilidad de escuchar a varios testigos que vieron a Nelly Villar, circulando con su bicicleta en las cercanías del cerro San Ceferino y el puente del Río Malargüe, además de otros testimonios que dicen haber visto pasar varias veces en esa siesta del 7 de mayo de 2013, la camioneta gris de Abel Vázquez y Lucía Carrasco.
Abel Vázquez Correa está acusado de homicidio agravado por el vínculo ya que mantenía una relación oculta con Nelly Villar y por mediar violencia de género. Mientras que Lucía Carrasco enfrenta la acusación de homicidio simple u homicidio en circunstancias de emoción violenta, ya que una de las hipótesis del caso es que habría encontrado a su pareja y a la víctima teniendo relaciones sexuales.