Este miércoles el tribunal Penal de Concarán en San Luis condenó a cuatro años de cárcel a dos de los tres acusados, ya que, aunque cueste creerlo, uno murió en un accidente de tránsito antes de llegar a juicio. El caso que estremeció a la comunidad puntana y se conoció en el 2013, debido a la falta de información la joven, víctima de los ultrajes propinados por su padre y hermanos, no podía darse cuenta de que hacía años era abusada sexualmente. En el 2013, luego de un encuentro de jóvenes organizado por una iglesia evangélica, la joven, que en ese entonces tenía 17 años, supo que lo que sus familiares le hacían desde hace unos cinco años era un abuso sexual. Con su vida y psiquis arruinada, en julio de ese mismo año su mamá la llevó al Centro Integrador Comunitario (CIC) de la Villa de Merlo y allí la entrevistó una psicóloga a quien le confesó todo el tormento vivido.
Actualmente la víctima tiene 23 años; en ese momento cuando K.F.S y su mamá fueron al centro médico, las psicólogas las instaron a denunciar los abusos.
Concretado ese acto, desde el Juzgado de Competencias Múltiples con asiento en Santa Rosa del Conlara ordenaron distintas medidas, entre ellas una entrevista en Cámara Gesell, en la que la adolescente ratificó lo que vivía desde que tenía unos 12 o 13 años, según refirió una fuente a El Diario de la República.
La licenciada Ivana Bustos, fue la encargada de realizar las pericias y consideró que el relato de K.F.S fue coherente y descartó la posibilidad de que la chica mintiera o fabulara para perjudicar a su padre o a sus hermanos.
Esa, entre otras pruebas, fueron suficientes para procesar a los tres acusados por el delito de abuso sexual en marzo de 2016 y para que N.F.S., el padre de la víctima, y F.A.S, uno de sus hermanos, llegaran a debate y fueran condenados este miércoles, el primero por abuso sexual agravado por el vínculo y el segundo por abuso sexual agravado por el vínculo y por la situación de convivencia preexistente.
El tribunal compuesto por Sergio Darío De Battista, Juan Manuel Saá Zarandon y Sandra Elizabeth Piguillem falló de manera unánime; sin embargo el defensor oficial José Francisco Pérez, que asistió a los acusados, adelantó que podría interponer un recurso de casación ante el Superior Tribunal de Justicia de San Luis por considerar que hubo irregularidades en la causa.