Nicolás Nahuel Bonilla, tiene 21 años y es vecino del barrio Pringles de la ciudad de Villa Mercedes, en San Luis, cansado de escuchar que su vecino, Jonathan Andrés Jaime, discutiera y golpeara a su novia, fue hasta la casa y, en determinado momento de la pelea, lo contraatacó con un cuchillo. Lo apuñaló, admitió el joven, pero, según él, fue por una buena razón: lograr que Jaime dejara de golpear a su pareja. Ese argumento, de todas formas, no fue suficiente y terminó detenido.
El joven fue indagado el martes a la mañana por el juez Contravencional y Correccional, Santiago Ortiz. Está imputado por "lesiones leves con arma blanca". Sin embargo se abstuvo de declarar y el defensor oficial, Hernán Herrera, solicitó cuatro días de prórroga del arresto, tiempo que seguramente usará para reunir pruebas a su favor.
Bonilla fue detenido el domingo al amanecer y vive en un departamento de Leonismo Argentino 210, en el mismo edificio que la víctima, Jonathan Andrés Jaime. Dijo que un rato antes, pasadas las seis y media, había escuchado a su vecino del departamento "C", del que no sabe el nombre, pelear con su pareja. "Le estaba pegando", les habría dicho a los policías.
El subcomisario Martín Estrada, jefe de la Comisaría 10ª, informó a El Diario de la República que: "Primero golpeó la pared contigua para ver si con ese llamado de atención, la discusión de los novios terminaba, pero como eso no funcionó fue hasta lo de Jaime. Golpeó la puerta y su vecino, que estaba en ropa interior, le abrió. Estaba molesto y ebrio, según Bonilla. 'Dejá de pegarle a la chica', le habría dicho el acusado".
Ante dicho escenario, Jaime lo "invitó a pelear", se le abalanzó y comenzó así un forcejeo. Fue en ese instante que Bonilla sacó un cuchillo que tenía en sus prendas y le dio tres puntazos. Uno fue en la espalda, otro en el abdomen y el último en el costado izquierdo del tórax. Esa fue la estocada que la víctima, de 23 años, sintió con mayor intensidad.
Después de acuchillarlo, el agresor regresó a su departamento pero alcanzó a ver que Jaime caminaba hacia la calle, buscaba ir al hospital.
La pelea fue tan rápida que el herido, en un principio, ni siquiera se dio cuenta de que lo habían apuñalado. Pensó que su vecino lo había golpeado a puño limpio, y eso les dijo a los policías con los que habló primero. Más tarde, cuando los médicos del policlínico regional terminaron de atenderlo y le dieron el alta, volvió a hablar con los efectivos. Les dijo que, en medio del enfrentamiento, había visto un cuchillo.
El arma, de unos 12 centímetros de largo, fue secuestrada cuando aprehendieron a Bonilla. La hallaron con una vaina de cuero.