Este martes 5 de mayo se cumple un mes desde que Florencia Magalí Morales falleció en una celda de la Comisaría 25 de San Luis, tras haber sido detenida por violar el aislamiento social, preventivo y obligatorio por el coronavirus. Sin embargo, el caso no está cerrado y continúan las dudas acerca de cómo murió la mujer de 39 años.
En este contexto, los abogados de la familia de la víctima solicitaron una nueva autopsia argumentando que el primer examen forense fue "insuficiente" y hubo "problemas técnicos". Además, los letrados indicaron que se omitieron detalles como las lesiones que la mujer presentaba en brazos y piernas.
El juez a cargo de la instrucción, Jorge Pinto aceptó el requerimiento y la medida la llevarían adelante forenses de las tres circunscripciones judiciales (San Luis, Villa Mercedes y Concarán).
El juzgado envió un oficio a la Municipalidad de Santa Rosa para informar que exhumarán el cuerpo, pero con la condición de que la familia de Morales se haga cargo de todos los gastos que implique el traslado del cuerpo desde el cementerio de Santa Rosa hasta la morgue de Villa Mercedes, la apertura del féretro y, la nueva sepultura, la vuelta al cementerio. La cifra de esta pericia ronda los 100 mil pesos.
La versión inicial del suicidio perdió fuerzas. La versión policial es que la mujer se quitó la vida con el cordón de un buzo que le llevó una vecina para que se abrigara en la comisaría, pero su familia sostiene que esa versión es "imposible".