El lunes a la noche la Policía de San Luis detuvo en la ciudad de La Punta a E.H.F., de 56 años, que fue denunciado en noviembre de 2011 por su ex pareja y madre de sus hijas, a quien las abusó sexualmente durante años. El martes se abstuvo de declarar y está acusado de "abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo", en perjuicio de la mayor de las chicas, y de "abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo", en cuanto a la menor.
En el 2011, la mayor de las hijas, que en ese entonces tenía 19 años, se animó a contarle a su madre que su padre abusaba de ella desde que tenía 14. Y que dos meses después de que cumplió sus 15 comenzaron los abusos con penetración. Aseguró que no le contó antes porque el hombre la amenazaba: "Si le decís algo a tu mamá, la mato", informó El Diario de la República.
Cuando la madre supo la verdad contó que entró en estado de shock: "Llamé al 911 y por la conmoción ni siquiera pude dar los datos míos ni del domicilio", recordó.
Luego cuando lo denunció pidió que pusieran una orden de restricción y exclusión del hogar, pero dichas medidas no fueron cumplidas - ni controladas - ya que según averiguaciones judiciales y dichos de una de las víctimas, el hombre seguía yendo al domicilio.
En febrero de 2017 la mujer fue llamada a declarar y contó que la mayor de sus hijas ya no vivía en su casa. Que solo iba a dormir algunas veces porque, como se dedica a organizar fiestas electrónicas, viaja a otras provincias con frecuencia. Explicó que solo vivía con su hijo, quien en ese momento tenía 14 años, y que su otra hija (tambien víctima de los abusos) se había ido con su novio a vivir a un departamento.
La madre indignada por todo lo padecido aprovechó ese momento para hablar en nombre de sus hijas: "Ellas no van a venir a declarar porque queremos terminar con este tema, es un hecho que nos ha hecho mucho daño. Desarmó la familia y nos costó mucho superarlo a las tres. Me tomó todo de sorpresa. Yo vivía con un hombre del que jamás me hubiera esperado eso (en referencia a los abusos). Mis hijas son felices y no quiero volver para atrás. Tuve grandes problemas con él, me faltaba la plata porque era el sostén de la casa" explicó.
"Están confundidas"
La menor de las víctimas contó que "cuando con mi hermana decidimos contarlo todo, yo hablé con mi padre sobre el tema y él se fue de casa. Se comunicaba por teléfono y le decíamos que dijera la verdad si realmente nos amaba, y nos negaba todo. Nos decía que estábamos confundidas"
La joven recordó que su padre siempre fue una persona agresiva con su madre y reconoció que no sabe por qué ella nunca lo denunció.
La joven recordó que un día le pidió a su padre que terminara con los abusos porque iba a contarle todo a su mamá. "Me golpeó con un cinto y me dejó un hematoma en el brazo. Cuando cenamos me obligó a que tuviera el brazo abajo para que mi mamá no lo viera", detalló.
"Mi hermana y yo somos grandes y lo superamos. Pensamos en mi hermano, que necesita una figura paterna", reflexionó luego de contar los abusos que sufrió y reconoció que su mamá fue quien las ayudó a salir adelante.
"Lo que hagan con mi padre no me interesa. Quiero que hagan lo que tengan que hacer con él. No quiero remover más esta historia porque me hace muy mal y no voy al psicólogo porque no lo necesito", confesó y dijo que no le importa si su padre termina preso.
Después de la denuncia él seguía viviendo en la casa familiar
La menor de las víctimas contó que "no recuerdo bien a qué edad empezó todo, pero sí recuerdo que fue hasta los 17 o 18 años. Mi padre me amenazaba para que yo no le contara a mi madre, me pegaba para que no lo hiciera. Lo mío fue solamente manoseo. Era todos los días, porque mi mamá trabajaba en la mañana y yo por ahí no iba al colegio, pero siempre por algún motivo me tocaba".
En el 2017 ella tenía 22 años, era empleada del juzgado de Faltas y estudiante de abogacía. Recordó que cuando le contaron a su madre lo que padecieron "ella se puso del lado de él". Por eso en el 2016 ella se fue a vivir con su novio, con quien le costó mucho mantener la relación debido a los terribles abusos padecidos.
La joven aseguró que aún después de la denuncia vivía en la casa de su madre. "Sigue viviendo ahí con ella y mi hermano. Yo sé ir y no veo nada raro. Mi mamá me dijo que él no vivía más con ellos, que no tenía contacto pero yo no tengo por qué taparlo", reconoció.
Incluso la Policía fue hasta el domicilio, ubicado en el barrio El Algarrobo, módulo 10, manzana 20, de la ciudad de La Punta, a buscarlo con una orden de citación para declarar.
Muchas veces los uniformados regresaron sin novedades del paradero del hombre, dado que nadie los atendía. Pero en una oportunidad, tras varias visitas, los atendió la denunciante, quien les dijo que el hombre no vivía más ahí, sino que residía en lo de su padre, en una casa ubicada al frente del barrio "Los Eucaliptus".
Pero aun así la Policía de San Luis no lograba ubicarlo, hasta que le dieron el dato de que el denunciado trabajaba como seguridad en un reconocido local de ropa sobre calle San Martin de la capital puntana. Cuando fueron a buscarlo ahí, otro empleado les dijo que el hombre ya no trabajaba más en ese lugar.