Tras el incidente que comenzó en la noche del lunes, cuando un centenar de aborígenes wichí se juntaron en turba para quemar la vivienda de un criollo, su abuela, una camioneta y una moto, Jonathan Félix, vocero del grupo, aseguró que además de las razones dadas ayer, también se debió a la inacción de la Justicia ante la venta de drogas y alcohol por parte de la familia damnificada por los incendios. Según el cacique, la comunidad está harta de ver como sus jóvenes se consumen por las adicciones y la Justicia no se hace presente.
"La policía hace lo que puede, los detiene pero la fiscal los suelta al otro día y siguen haciendo lo mismo; nos cansamos de denunciar y que la Justicie no actúe nunca. Lo que queremos es que se vayan de Ballivián porque además de cometer un montón de delitos, son los que les venden droga a los chicos", explicó Felix, enmarcando los hechos que sucedieron en El Quebrachal, localidad ubicada 20 kilómetros al norte de Embarcación.
Los hechos se comenzaron a desarrollar alrededor de las 23 del lunes, cuando miembros de la comunidad wichí de El Quebrachal rodearon la humilde vivienda perteneciente a una familia criolla. Primero prendieron fuego la vivienda de Leandro Landriel, y luego la de Silveria Anaquín, su abuela.
La llegada de los efectivos policiales poco pudo hacer por el gran número de personas enardecidas con la familia, con lo cual optaron por retirarse silenciosamente después de un pequeño forcejeo.
El comisario Miranda, jefe de la Unidad Regional 4 de Tartagal, se hizo presente luego del pedido de refuerzos policiales, pero cuando la comisión llegó al lugar, el fuego ya había devorado las casas, la camioneta y la moto pertenecientes a la familia Landriel.
"Cuando la policía llegó se lo llevaron detenido a Landriel y a otro hombre porque en realidad ellos tenían denuncias anteriores por robo. Esta gente se dedica a cometer delitos y eso lo sabemos no solo los aborígenes, sino toda la gente criolla de Ballivián. Ya habían robado en la escuela de la comunidad, pero lo que más nos preocupa es que le venden droga y alcohol a los chicos. Muchas veces los hemos denunciado pero la fiscal les toma declaración y vuelven al pueblo a delinquir. Nos hemos cansado y por eso queremos que la fiscal nos escuche y decirle que queremos que se vayan porque son la perdición para los chicos," manifestó el cacique Jonathan Félix.
El caso está a cargo de la fiscal penal de Embarcación Gabriela Souto, quien ordenó la detención de Leonardo Landriel y del otro sujeto, de apellido Reyes, que ya tiene una orden anterior por el delito de robo calificado.