Durante el día de ayer Ana Pérez Declercq, la directora del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, extendió una nota a Daniel Moreno, presidente del Foro de Intendentes de la Provincia, pidiendo que se dejen de organizar actividades que promuevan la violencia simbólica, como festivales y concursos de belleza.
Según el artículo cinco de la ley Nº 26.485, eventos que promueven estereotipos sexistas y que colocan a la mujer en el lugar de objeto constituyen violencia simbólica, por lo que el organismo pidió que se dejen de organizar, por ejemplo, la Elección de la Reina de los Corsos Color de Metán, la Reina del Carnaval en Rosario de la Frontera, y el Premio a la Reina del Verano de La Merced, entre otros.
Otro concurso que se cuestionó fue el Sirenísima 2020 de General Ballivián, siendo que en las promociones del evento se difunde que participan candidatas de 16 años en adelante, desfilando en trajes de baño, obsequio de la organización. En la coronación de la Reina de la Vendimia Salteña en Animaná, y en la Niña de la Serenata en Cafayate, participan adolescentes de 15 años en adelante.
El OVsM explicó que estos eventos fomentan la "erotización temprana" de niñas y adolescentes, además de reproducir "estereotipos culturalmente considerados como obligatorios a cumplir y terminan cosificando los cuerpos de niñas, adolescentes y mujeres". De esta forma, se considera que se constituye una política de control de las mujeres desde muy jóvenes a roles de género.
La violencia simbólica se define en la ley nacional 26.485 como aquella que transmite y reproduce dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, ícono o signos; naturalizando la subordinación de la mujer.
Por esta definición, el organismo remarcó que todos estos festivales desarrollados en el interior pueden ser denunciados como violencia simbólica o institucional. Específicamente plantearon esta problemática por la emergencia social por violencia de género en la provincia, así como los tres femicidios y cuatro intentos de femicidio en lo que va del año.
Tomando en cuenta estos hechos, el Observatorio considera que recae en los municipios la responsabilidad de fomentar actividades que modifiquen los patrones socioculturales de la conducta de hombres y mujeres, con el fin de eliminar los prejuicios y las prácticas que se basen en la idea de superioridad o inferioridad de los sexos.
El organismo insta a los municipios a prevenir la violencia de género, cumpliendo la obligación estatal con la promoción de una cultura que respete las identidades y expresiones de género y el reconocimiento de la igualdad en el goce y ejercicio de los derechos.