El lunes por la noche, cuando los policías de la comisaría de San Carlos se preparaban para dar por cerrado el día, fueron alertados sobre un joven con discapacidad que necesitaba asistencia médica en puesto El Zerzo, un lugar remoto que se encuentra a más de 8 horas caminando en medio de la Puna.
Los uniformados prepararon de inmediato una comisión integrada por efectivos de la dependencia de zona que partió sin perder tiempo en auxilio del joven lesionado.
Luego de mucho caminar, cerca del mediodía del martes los policías llegaron al lugar. En medio de aquel paraje inhóspito, se encontraron con el joven de 23 años que, a simple vista, tenía el tobillo derecho quebrado, y por lo tanto le resultaba imposible desplazarse por sus propios medios.
Dada la imposibilidad del joven para caminar, los rescatistas debieron improvisar una camilla para trasladarlo, y emprendieron la marcha de inmediato. Sin embargo, el camino de vuelta, con el joven a cuestas, se presentó arduo en extremo para los buenos samaritanos, que debieron andar durante 16 horas por exigentes senderos montañosos cargando el peso muerto del joven auxiliado sobre sus hombros para que este pudiera recibir asistencia.
Así, luego de 24 horas extenuantes, los rescatistas llegaron por fin al puesto de San Lucas, donde una ambulancia esperaba para trasladar al joven hasta el hospital de San Carlos. Allí, el joven lesionado que, además, padece de esquizofrenia y epilepsia quedó al cuidado de profesionales médicos.