Tras cuatro años de trámites y litigios, una mujer de doble nacionalidad podrá regresar a su país de residencia. España, junto a sus tres hijas. Vino a Salta de visita pero el padre de la más pequeña no le dio la autorización para que pueda viajar de vuelta.
Todo sucedió en 2015. El trámite se hizo largo porque el padre no aparecía. Se recurrió a la policía, se pidió informe a la Secretaría Electoral, se publicaron edictos en diarios de circulación nacional y hasta se solicitó colaboración al Registro Nacional de las Personas.
Finalmente, el hombre se notificó en marzode este año y, a través de un correo electrónico, avisó que no vendría a Salta para presentarse en el Juzgado en el que se tramitó la causa. Volvió a negarse a autorizar a su hija a regresar a España porque eso entorpecería aún más el contacto con la niña. Sin embargo, se constató que en estos cuatro años de trámites tampoco se había comunicado con la menor.
"Sólo la telefoneó tres veces y en estado de ebriedad, por lo que no existe una comunicación fluida entre ambos ni mucho menos un vínculo paterno firme y positivo", se señala el expediente judicial.
Finalmente, el juez de Primera Instancia en lo Civil, de Personas y Familias N° 6, Daniel Juan Canavoso, hizo lugar el pedido de autorización tramitado por la defensora oficial a cargo de la causa Zulema Guerrero.