Un delincuente con frondoso prontuario fue condenado a cuatro años y medio de prisión efectiva por reiterados robos, tentativas y portación ilegítima de arma de fuego. Había intentado robarle hasta a su propio hermanastro.
Este viernes por la mañana se llevó adelante en la Oficina de Gestión Judicial del Centro de Justicia Penal la audiencia para conocer la condena de Mauricio Ezequiel Bustos, un delincuente de 31 años que cuenta con numerosas detenciones.
La jueza de Primera Instancia, María Chiabrera, resolvió homologar el procedimiento abreviado presentado por la Fiscalía, y aceptado por la defensa. En el mismo se condenó a Bustos a la pena de tres años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo por portación ilegítima de arma de fuego de uso civil, robo calificado en grado de tentativa y daños.
A su vez se le unificó una pena anterior de un año de prisión de ejecución condicional por el delito de lesiones leves del año 2015. De este modo se le dictó la pena única de cuatro años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo.
Uno de los hechos que le imputó la fiscal de la Unidad de Flagrancia, Ana Julia Milicic, ocurrió el 22 de julio del año pasado en Pasaje 1748 al 2100, cuando Bustos rompió -con fines de robo- el parabrisas delantero de un Volkswagen Gol gris que estaba estacionado en la vía pública, y que pertenece a su hermanastro.
El segundo ocurrió el 8 de octubre de 2017 a las 14.30 en Carbia al 1500, cuando el imputado circulaba con un arma de fuego y fue detenido por personal policial tras un llamado al 911.
Bustos no perdió el tiempo y tan sólo dos semanas más tarde, el malviviente ya estaba cometiendo otro ilícito. El 22 de octubre de 2017 a las 16, en Cerrito y Circunvalación, el ladrón amenazó con un arma de fuego a una persona para intentar robarle su moto Honda Guerrero Trip y sus pertenencias. Tras un focejeo, se dio a la fuga pero fue detenido.