Cuentan que en barrio Ludueña se festejó como un campeonato la noticia de que a último momento Nahuel Guzmán formaría parte de la Selección. Es que allí, más precisamente en el club Social Lux, el "Patón" dio sus primeros pasos, algo que el arquero remarca cada vez que puede. "Cuando nos enteramos de lo habían llamado, sentimos que 'Mercadito' había llegado al Mundial", señalaron desde el club verdiblanco.
La postal del ex arquero de Newell's tomando el bombo ante la arenga de hinchas y compañeros en el banderazo previo al partido con Nigeria fue una muestra más de un personaje que en el barrio Ludueña reivindican y añoran en igual proporción.
La historia se remonta al 29 de mayo de 1940, cuando dos hermanos decidieron levantar un club. Uno de ellos, carnicero de profesión, tenía un negocio que lindaba con un almacén, llamado "Mercadito Lux". Ese fue el nombre que le pusieron a la entidad y que duró dos décadas.
En 1959, cuando se obtuvo la personería jurídica, pasó a denominarse "Social Lux", aunque la mayoría lo sigue conociendo por el tradicional nombre corto. En ese establecimiento de Urquiza al 4500 empezó a jugar en el baby hace 25 años un tal Guzmán.
"Como siempre fue grandote, lo ponían de defensor, ya sea de dos o de seis", recuerda Franco Scala, integrante de la comisión directiva de Social Lux. "Dicen que se la rebuscaba y creo que de ahí aprendió a jugar muy bien con los pies", agrega en diálogo con Vía Rosario.
El "Patón" integraba la categoría 86, una de las mejores de la historia del club verdolaga. "Eran súper competitivos, siempre peleaban los primeros puestos de la rosarina y Nahuel se destacaba", aporta.
Tras ese paso iniciático, llegó el turno de jugar en cancha de once. Empezó en la zaga defensiva, pero pronto pasó a jugar bajo los tres palos. Su porte y velocidad de piernas le permitieron ganarse rápido el lugar, y las prácticas ya más exigentes aprender los gajes de ese nuevo puesto. "Además su juego con los pies siempre le aportó un plus", suma Scala.
Con edad de novena decidió probarse en Newell's, club que lo fichó y donde compartió inferiores con otro mundialista como Cristian Ansaldi, y también con Ezequiel Garay, Hernán Bernardello, Lautaro Formica, entre otros.
Pero ese salto no lo llevó a olvidarse de sus inicios. "Siempre fue un tipo sencillo y humilde, y nunca perdió la memoria. Por el contrario, cada vez que está en Rosario pasa a saludar porque sabe que acá lo queremos mucho", se emociona el directivo.
Por Social Lux pasaron otros futbolistas reconocidos, como los hermanos Luciano y Nicolás De Bruno, Alejandro "Lalo" García y Leandro Grech, pero aseguran que sin dudas Guzmán es el deportista que más alto llegó en los 78 años que tiene el club de vida.
Además de la publicidad que cada vez que puede el arquero hace de "Mercadito", su transferencia de Newell's a Tigres de México le reportó un porcentaje a Social Lux, que el club destinó a obras en las canchitas los chicos y vestuarios.
A esta ayuda se le sumó la de la Provincia a través del Plan Abre, que le permitió a la entidad de Ludueña construir un playón en el que hoy 200 chicas practican día por medio patín. Ellas se sumaron a los más de 600 chicos que entrenan en fútbol.
"Logramos el ascenso a la A1 de la Rosarina, todo un acontecimiento para nosotros. Además creamos las divisiones Primera, Reserva y Veteranos de Futsal. Ahora queremos sumar las inferiores de esa disciplina", se entusiasma Scala.
Pero el mayor deseo del club es que regrese su hijo pródigo. "Estaríamos encantados de que un día el Patón vuelva a Social Lux para aportar su experiencia. Creo que los chicos que ya están se entusiasmarían mucho y seguro llegarían más para sumarse al club", cierra.
