Tras el incremento en el precio de la nafta, que presumiblemente continuará con otro del GNC, los taxistas empezaron a presionar con un incremento en la tarifa. La última vez que la modificaron fue a mediados del año pasado.
"El año pasado fue de gran aumento de costos y sólo la subimos a mediados de año. Pese a que se analizó realizar otro retoque en los últimos meses, se desistió porque la situación no era la mejor", señaló a Vía Rosario José Tornambé, titular de Catiltar.
Y es que la suba del 30% decretada a comienzos de mayo golpeó fuerte el bolsillo de los rosarinos, que decidió empezar a discontinuar el uso del servicio. De hecho en algunos casos se habla de una caída de entre el 20% y el 30%. "El contexto estaba complicado y una nueva suba no iba a ayudar, todo lo contrario", agregó el dirigente sobre la decisión de postergar el pedido.
Pero consideró que ya no pueden estirar más el ajuste, teniendo en cuenta la inflación registrada. "Nos aumentó todo, desde el combustible hasta las cubiertas, seguros, y no podemos seguir así", dijo y agregó que es por eso que en la primera semana de febrero pedirán al Concejo Municipal un estudio de costos para analizar en detalle el desfasaje y definir un porcentaje de incremento.
"Sabemos que no nos podemos pasar demasiado con el pedido porque si aumentamos mucho algunos rosarinos dejarán de tomarse taxis", aclaró Tornambé.
Actualmente la bajada de bandera diurna está $22, mientras que la nocturna $25. Por su parte la ficha se cobra $1,10 de día y $1,30 de noche. El radiotaxi cuesta $3 más.