Cuatro menores revoltosos causaron desmanes a bordo de un colectivo en zona norte, y cuando los echaron, destrozaron ventanillas con piedrazos.
Los vándalos se subieron a un interno de la línea 103 roja sin pagar, supuestamente porque sólo estarían arriba del micro "algunas cuadras".
Sin embargo ni bien pusieron un pie en la unidad, comenzaron a gritar y a pelearse entre ellos. Pero momentos después las "bromas" pasaron a mayores y se pusieron a insultar y a agredir a los pasajeros.
Al llegar a Avellaneda y Vélez Sarsfield, el conductor los invitó a bajarse. Pero una vez en la calle, atacaron salvajemente a piedrazos la unidad.
Rompieron varios cristales, pero afortunadamente no causaron heridos. Luego se fugaron corriendo del lugar, mientras los pasajeros debieron esperar el arribo de otro micro.