El agua de La Picasa no da tregua y en el extremo sur santafesino de a poco se van acostumbrando a un paisaje desolador: la Ruta Nacional 7 ya no existe y donde hasta hace pocos días había un terraplén hoy solo hay agua.
De hecho desde hace hora circula una imagen en las redes sociales que expone la crudeza de la inundación con el trazado sumergido.
El panorama impacta más aún cuando se compara el registro con las fotos aéreas de hace apenas algunas semanas.
Sobre el cierre de esta semana, hay más de 20 centímetros de agua sobre el pavimento y desde un avión ya no se advierte la demarcación horizontal. Solo se ven las barreras de contención que servían para contener el tránsito vehicular que es cosa del pasado.