En busca de ayudar a generar conciencia sobre la gravedad de la enfermedad, el concejal de Resistencia por la UCR, Carlos Salom, propone penalizar con trabajos comunitarios a quienes violen las normas de cuidado impuestas por la pandemia de coronavirus. “Genera mucha molestia ver que la sociedad, en gran parte, está en una suerte de relajamiento”, indicó y consideró que “es tiempo de abandonar posturas de críticas extremas”.
Presentó un trabajo que impulsa la sanción de todos aquellos que organizan fiestas clandestinas o participan de las mismas, no sólo con un castigo económico fuerte sino con la obligación de realizar tareas comunitarias en áreas que tienen que ver con la COVID-19. “Tenemos que generar la conciencia de que la enfermedad está, no es una ilusión, y ha puesto de rodillas al planeta, no sólo a la provincia del Chaco”, expresó.
El edil de la oposición alertó sobre el “hartazgo” y el “sobre estrés” en todo el personal sanitario, no sólo por “decisiones desacertadas” sino que se han agregado combos como “la falta de llegada de vacunas”, lo que hizo que la mutación del virus adquiera “mayor contagiosidad y letalidad en sus variantes”, reflexionó en declaraciones a Radio Provincia.
Medidas precisas
Para Salom, “hay que empezar con medidas precisas y las tareas comunitarias tienen una doble finalidad: sancionar al transgresor, por un lado; y por otro, lograr que tome conciencia en hospitales, hogares de ancianos y todos los lugares donde se vive este problema”. En cuanto al rumbo que debería tomar la gestión de la pandemia en el Chaco, consideró que hay que “intensificar” los esfuerzos en la educación de las normas de bioseguridad y los protocolos para evitar los contagios, junto con la sanción a quienes infrinjan las normas vigentes. “La experiencia indica que no se puede para la economía de la provincia y la ciudad, pero hay que interpretar y comprender la importancia de quedarse en casa: el posponer las reuniones sociales y las salidas no necesarias es imperioso”, apuntó.
Coyuntura compleja
El concejal comentó que en estas últimos dos semanas se ha profundizado el agotamiento de los trabajadores del sector, no sólo por el aumento de casos de COVID-19 sino además por los cada vez más frecuentes incidentes viales cuyas víctimas ocupan camas que podrían ser destinadas para tratar a enfermos de coronavirus. Pero además, indicó que hay “un malestar concreto” en el personal de Salud por la realidad salarial, al entender que no han tenido respuestas acordes a las demandas.
Otro elemento que hace a la coyuntura es la alta ocupación de camas “teniendo en cuenta que se había abierto la posibilidad de iniciar las cirugías programadas que habían sido postergadas durante varios meses”. Más allá de todos estos elementos, Salom entendió que “genera mucha molestia ver que la sociedad, en gran parte, está en una suerte de relajamiento como que la enfermedad no está, cuando, en realidad, tenemos una circulación muy elevada y eso hace que los índices de contagiosidad se incremente”.
El profesional de la salud insistió en que hay que poner especial atención en los jóvenes, no sólo porque integran el grupo que más propicia las aglomeraciones y eventos que violan las disposiciones vigentes, sino también porque “trabajos recientes demuestran que se están enfermando más y es mayor el número que presenta complicaciones”. En esa línea, advirtió que “el grupo etario más goleado por el coronavirus ha bajado unos 10 años”, con la circulación de las nuevas cepas, e “incluso son más frecuentes los casos en niños”. “Esto representa una alarma que tiene que llamar a la reflexión a todo el pueblo argentino y dejar de lado las críticas extrema, que no sirven para nada y motivan que la pandemia se quede para siempre”, aseguró.