El subsecretario de Bosques de Chubut, Rodrigo Roveta advirtió este martes que "los índices de peligro de incendio están llegando a los máximos históricos", de acuerdo al monitoreo que realizó el Servicio Provincial de Manejo del Fuego (SPMF) desde principios de septiembre hasta la fecha.
"Por eso está totalmente prohibida las actividad de quema, que es una práctica desaconsejada pero bastante habitual entre las tareas rurales, y está vedada la manipulación de cualquier otra fuente que pueda iniciar un incendio, porque todas las condiciones son de rápida propagación", explicó el funcionario.
El SPMF maneja indices desde hace 20 años que tiene en cuenta las variables de humedad en el ambiente, temperatura, precipitaciones acumuladas y viento. Estos factores combinados determinan el nivel de sequedad y permiten proyectar el comportamiento que puede tener el fuego para prosperar.
"En este momento estamos en el punto de peligro más alto y las proyecciones no son buenas. Habrá que esperar hasta los primeros días de marzo para que llueva", explicó Roveta. La comarca andina de Chubut tuvo una primavera muy húmeda producto de lluvias tempranas que hicieron crecer abundante vegetación que "luego se secó y hoy todo el combustible natural tiene un gran estrés hídrico que lo hace muy peligroso", aseguró.
El último incendio que lograron contener ayer los brigadistas, tras 10 días de combate, se iniciaron en Alto Río Corintos y consumió 6.700 hectáreas de pastizales y formación arbustiva, sobre el cual se inició anoche la guardia de cenizas para terminar con los últimos focos.
"El gran triunfo para nosotros es que logramos salvar un bosque de lengas que estaba en peligro, pero ni bien terminamos con ese foco aparecieron otros dos incendios menores en Río Pico, que actualmente estamos combatiendo", relató Roveta. Se estima que el incendio de Alto Río Corintos fue originado por una quema que organizó un poblador rural que "se le fue de las manos" producto del viento.
"Por eso recordamos que están prohibidas ese tipo de prácticas porque son los propios productores los que se perjudican. Si bien en este caso, no alcanzó a ninguna construcción o casco de estancia, sí se perdieron kilómetros enteros de alambrados que son muy costosos de reponer", describió el subsecretario de Bosques de la provincia.