Juan Manuel Ruffino, acusado de ser partícipe de la banda que asesinó al empresario turístico Hugo Oldani en la ciudad de Santa Fe, dijo que conocía a Perona y que el crimen se dio cuando “Íbamos a buscar plata de los intereses que le debía al gordo”.
Según el Ministerio Público de la Acusación, cinco personas participaron del asesinato de Oldani. Brian Nahuel Damini, el “campana” que se posicionó en la entrada de la Galería Rivadavia, en pleno centro santafesino; Cristian Bruno Figueroa, quien disparó el arma de fuego que mató al empresario, la menor A.C.G, quien acompañó a Figueroa en la galería, y Andrés Kaipl, , quien actuó como “escolta” y ayudó a la huida de la banda. Ruffino, por su parte, fue el chofer en la escapada. Según sus abogados, lo contrataron como remisero. Para la Fiscalía, fue el cerebro de la operación que se concretó el 11 de febrero de 2020. Los cinco fueron imputados como coautores de los delitos de homicidio doblemente calificado (por el empleo de arma de fuego y por ser cometido para consumar otro delito –criminis causae–), en concurso real con el delito de robo doblemente calificado (por el empleo de arma de fuego apta para el disparo y por haber sido cometido en poblado y en banda).
Vale destacar que, luego del homicidio, las investigaciones sugirieron que, en las oficinas de Oldani, se llevaba a cabo un lavado de dinero. Por esto, se inició una causa judicial en el fuero penal. E l juez federal Marcelo Bailaque dispuso el procesamiento por el delito de intermediación financiera no autorizad procesó a la hija de Hugo Oldani y nueve personas más por intermediación financiera no autorizada, y les trabó un embargo por $500.000.
Ruffino, el primero en ser detenido de los 5 presos por el crimen, pidió que se revea su prisión preventiva y que lo excarcelen. En ese marco, sostuvo que hace dos años y medio conoció en el casino a un hombre, al que describió como “de tez blanca, obeso y con muchas cadenas de oro”, que trabó una amistad con él y que le ofreció ayuda en una época donde necesitaba trabajar. Agregó que el hombre viajaba mucho a Rosario, y que cuando se iba le dejaba a su cuidado bolsos con dinero: la primera vez le dejó dos millones de pesos.
De acuerdo a lo publicado en Aire de Santa Fe, Ruffino dijo que una vez le pidió que vaya a cambiarle ese dinero por dólares a la galería Rivadavia, y le dio un bolso con siete millones de pesos. “El nombre de esa persona era David Perona, yo no sabía que él tenía una red de juego clandestino, me enteré cuando ya estaba preso”, explicó el imputado.
“Cuando dijimos que el trabajo nos había salido mal era porque íbamos a buscar plata de los intereses que le debía al gordo”, agregó para intentar explicar una declaración que obra en el legajo desde el día 1: cuando huyeron del lugar del hecho, fueron hasta la casa de un amigo y le dijeron: “fijate en Aire de Santa Fe porque hicimos un trabajo y nos salió mal”. Esta frase es utilizada como elemento de cargo por la acusación para sostener que la banda se dirigió a la galería con la intención de robarle a Hugo Oldani.