La salud es un derecho y el gobierno tiene que garantizar su acceso y cumplimiento efectivo. Es por ello que el Ministerio de Salud de Santa Fe debe retomar la gestión ejecutiva y su rol de rectoría para reorganizar el Sistema de Salud provincial en su conjunto.
Fortalecer y ampliar el Sistema público de salud - que para muchos es lo único -, es fundamental e intransferible.
El Ministerio debe regular lo que financia y lograr acuerdos (ganador – ganador) con los otros sectores prestadores cuando sea necesaria su participación.
La Atención Primaria de Salud como estrategia, debe ser la columna vertebral del Sistema Público de salud, pudiendo ampliar oportunamente su campo de acción.
El modelo de atención debe estar atravesado por la integralidad y los cuidados en salud. Promoción, prevención, atención y rehabilitación deben ser compartidos en todos los niveles.
El sistema público debe seguir brindando servicios de salud de calidad para aquellos que lo eligen o para aquellos usuarios de áreas donde la salud pública es referencia ineludible. Los ejemplos abundan, podemos mencionar; la vacunación, las maternidades, la atención de urgencias, los sistemas de emergencia y traslados, la atención pediátrica, la salud sexual y reproductiva, la garantía del medicamento como bien social, la inclusión y la rehabilitación, ablación y trasplantes, garantía de provisión de medicamentos huérfanos, accesibilidad de la población dispersa y con aislamiento geográfico a iguales servicios sanitarios, atención de padecimientos subjetivos y personas que sufren violencias; el cuidado de infancias vulnerables, consumos problemáticos, zoonosis, entre otras temáticas.
El Sistema Público de Salud y su red de efectores tiene la obligación de formular un proyecto sanitario que abarque desde los centros de salud (en el primer nivel de atención) hasta los grandes hospitales.
Con una redefinición de sus sistemas de referencia y contra-referencia, adecuando los perfiles de los nuevos establecimientos y sus servicios, promoviendo la equidad en la distribución de las inversiones, jerarquizando el primer y segundo nivel de atención, mejorando la capacidad instalada, conformando equipos de salud comprometidos con la tarea, diversificando las especialidades poniendo foco en la prevención, favoreciendo la modernización de los procesos como por ejemplo la digitalización de la historia clínica, procesos diagnósticos entre otros.
Lo primero y fundamental es darnos la tarea de recuperar y fortalecer los equipos de salud. Esto es recuperar la esperanza de los trabajadores de la salud, impulsando la genuina preocupación por la búsqueda en todas y cada una de las áreas, de la necesidad y obligación de brindar servicios de excelencia con perspectiva de derechos.
Devolver la confianza en el sistema público de salud hacia adentro y hacia afuera; jerarquizando la tarea de los distintos equipos de trabajo y promoviendo alojar las distintas problemáticas con un sentido de cuidado integral en salud.
Recuperar la gestión en salud como parte fundamental de las transformaciones que se necesitan, incorporar la epidemiología para formular las respuestas adecuadas a los problemas, estimular la participación comunitaria para la cogestión en salud teniendo en cuenta los distintos territorios.
La pandemia fue una crisis sin precedentes y nos enseñó que perder la salud no es un hecho simple ni meramente individual sino un problema complejo de resolución colectiva y multidimensional.
Por eso debemos colocar “la salud en el centro”, cuidar a los que nos cuidan y construir participativamente una mejor respuesta a los problemas de los usuarios desde una perspectiva de derechos. He aquí el gran desafío que tiene hoy el nuevo gobierno del Frente Unidos para Cambiar Santa Fe, retomando experiencias valiosas y asumiendo la gran tarea de gobernar para toda la ciudadanía.