Este miércoles, en los Tribunales de Rafaela, dio comienzo el juicio por lo que el Fiscal Diego Vigo entiende que es un “homicidio en ocasión de robo” de Gonzalo Glaría, ocurrido el 31 de diciembre de 2019, por el cual están acusados Matías Perea y Cristian Milessi, en calidad de coautores. En ese marco, los jueces Cristina Fortunato y José Luis Estévez; y el conjuez Sergio Beceyro (abogado del foto local) escucharon los alegatos iniciales tanto del exFiscal Regional como de las Defensoras Públicas Amalia Cassina y Giorgina Alassia. Se espera que la sentencia se conozca el próximo miércoles 9.
Vigo entiende que la muerte de Gonzalo Glaría se dio en el marco de un riesgo que asumieron los ladrones al momento de iniciar el robo. Es decir, el delito (el robo del celular) todavía no se había terminado, porque la fuga implicaba también parte del mismo. Y la muerte de Gonzalo se dio como consecuencia de ese delito inicial, más allá de que no hubiera intención de haberlo matado, fueron responsables de su deceso.
Para la defensa, fue una desgracia: el riesgo, en realidad, lo termina tomando Gonzalo, al emprender la persecución civil, a pedido de la víctima del robo del celular.
Justamente, este miércoles declaró Baltazar. Hoy tiene 19 años, pero en su momento tenía solo 15. Pidió que los acusados no estuvieran en el recinto mientras él brindaba su testimonio. Se había contactado con los acusados a través de un perfil falso de Facebook unos días antes de aquel fatídico 31 de diciembre. Le habían pedido que vaya al 2 de abril, un día antes y se negó. Por eso quedaron en encontrarse en el Parque de los Eucaliptus, a las 11. Él fue con un hermanito, que para aquel momento, tenía solo 6 años. Baltazar contó que había avisado como iba a estar vestido, para que lo identificaran. De hecho, lo hicieron: él escuchó una moto y sintió golpes que provenían desde atrás (un policia, que declaró después, le dio la razón) Le arrebataron un celular y dinero. Y comenzó al fuga. Milessi y Perea tomaron caminos separados. Volvieron a unirse frente a la estación de servicio, para tomar por Roque Saenz Peña. Fue allí cuando, esperando en un semáforo, se encontró Baltazar con Gonzalo. Le pidió subirse a la moto para perseguirlos. Les dijo que no se subiera y fue él.
Franco C. también declaró. Estaba en su auto, junto con su esposa, esperando por el verde del semáforo, al momento en que Baltazar charlaba, al lado de ellos. También siguió a los delincuentes, detrás de Gonzalo y otro auto. Fue quien llamó al 107 cuando vio a Gonzalo en el piso, sobre calle Triunvirato, antes de llegar a Av. Santa Fe. Gonzalo le dio el celular y pidió que le avisara a un amigo que había tenido un accidente.
Finalmente, declaró la médica que lo atendió. Digo que Glaría tenía todas las costillas del lado derecho rotas, lo que complicó el RCP. Le costaba respirar, tenía el pulso bajo. Después de 20 minutos de intensa labor, falleció.