La fiscal Fabiana Bertero acusó a Sebastián O., de 32 años, de ser el autor material del “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” de Federico Orellano, de 17 años. El hecho ocurrió en las primeras horas del sábado, en una vivienda de calle Dean Funes al 300, donde fue encontrado en la vereda.
El asesinato tuvo un móvil: dinero. La discusión fue subiendo de tono, hasta que en un determinado momento, Sebastián O. fue hasta un mueble, sacó una “tumbera”, con la cual primero golpeó en la cabeza y luego le disparó en la zona abdominal, en un tiro que fue de izquierda a derecha y de abajo. La consecuencia, ya la conocemos: la muerte del adolescente. Posteriormente, sacó el cuerpo a la vereda. En principio, en colaboración con otra persona, que no fue identificada.
La mujer del MPA también lo acusó “amenazas coactivas”. De acuerdo a su relato ante el juez Javier Bottero, después del hecho, los participantes de la trágica reunión se fueron a un domicilio en Santos Vega al 200. Allí, Sebastián O. amenazó de muerte al resto de los testigos directos (una media docena de personas) en el caso de que acudieran o relataran lo acontecido a la policía.
A esa vivienda fue la Agencia de Investigación Criminal ese mismo sábado por la tarde y lo detuvo. No fue algo sencillo: hubo cabezazos hacia los agentes y hasta le planteó una potencial pelea, si es que lo liberaban de las esposas. Por ello, lo acusaron también de resistencia a la autoridad a quien tiene un frondoso prontuario.
Este miércoles, su abogado, Carlos Flores, será el encargado de plantear la defensa. Luego, se definirá si Sebastián O. seguirá o no preso.