Eugenio Goria, profesor de la Universidad de Turín, visitó nuestra ciudad para continuar un estudio que había iniciado en 2019 y que se viera interrumpido por la pandemia: el uso del piemontés en Rafaela y zona, llegando hasta el este cordobés.
Este miércoles brindó una conferencia de prensa en la Asociación Cultural Piemontesa de Rafaela, tras la cual cual hubo un recital del coro. Este jueves, participó en una charla abierta con el agente consular de Italia en Rafaela, CPN Italo Cassina, la Lic. Anabella Battistini, coordinadora del área Relaciones Institucionales de la Municipalidad de Rafaela, representantes de las comunidades italianas, la coordinadora del Museo Histórico Julia Gramajo, los profesores Daniel Imfeld y Luis Sigl, entre otros. Ya por la tarde, recorrerá la ciudad, conocerá el Monumento al Inmigrante Piemontés, ubicado en la plaza Fossano del barrio 9 de Julio. Por la noche participará de una cena en la cual degustará la tradicional bagna cauda, de la cual participó en su elaboración y realizó un registro de la misma. El viernes 15 partirá hacia la ciudad de Morteros (Córdoba).
“Yo soy un investigador en Lingüística en la Universidad de Torino, en Italia. Allí, en la capital provincial del Piemonte, se trabaja mucho en esa lengua y nos hemos dado cuenta de que como hubo una muy fuerte inmigración hacia la Argentina, la misma se trasladó hasta aquí y siguió siendo hablada por más de un siglo. Por eso, nos hemos preguntado cuáles son las diferencias del que se habla en Italia y del que se habla aquí. Ahora, hemos vuelto tras tres años porque nos dimos cuenta que no solo lo lingüístico interviene, porque hay significados históricos, sociológicos y emocionales que tiene la lengua piemontesas en la cultura de los migrantes. No estoy solo, hay otras dos personas que me acompañan. No solo tomamos registros orales, sino también fotos y videos para hacer un documental más completo, que incluya elementos más completos, sino estructurales, como la cocina”, dijo Goria. De hecho, tomó el registro de cómo se hace. De hecho, hay una diferencia clara: en lugar de hacerla con aceite de oliva se hace con crema de leche.
“La idea sería producir un documental que no solo quede en la Universidad, sino que también se puede difundir y transferir a diferentes asociaciones culturales, para mostrar cómo son en 2022″, completó.
“El piemontés que se habla acá tiene menos influencia del italiano. Entonces, tiene menos construcciones italianas. Al mismo tiempo, ha sido un poco hispanizado: se usan muchas palabras del Español. Y también se evolucionó por otras rutas: se mezclaron diferentes tipos de piemontés. Una persona de Torino no habla parecido a una persona de Cuneo o de Asti. Pero acá se mezclaron”, agregó.