Una treintena de personas presentaron públicamente una carta en donde reclaman "seguridad y justicia" y le dicen "basta" a la continua situación de inseguridad que se vive en la ciudad de Rafaela.
En la misiva cuentan que "integramos un grupo de amigos desde hace más o menos 45 años. Algunos nos conocimos antes, otros durante el cursado de la secundaria en la ex Escuela Nacional de Comercio de Rafaela (Pcia. de Santa Fe), allá por la histórica década del ´70. Hemos sido criados en hogares diversos: profesionales, empresarios, empleados, gente de campo, docentes, pero lo que priorizaron nuestros mayores fue inculcarnos el respeto, la responsabilidad, el sacrificio, el valor de la vida y el sabor de todo lo que se logra con esfuerzo".
"Disfrutamos de jugar en la calle, de convertir garajes en recintos bailables, de caminar con libertad tanto durante la mañana cuando íbamos a gimnasia, a hacer un mandado, a inglés, a dibujo o a prepararnos para una prueba; como durante la tarde para ir al colegio o por la noche, cuando nos reuníamos para ir al cine, a tomar algo, a la confitería, o simplemente a visitar a un amigo. No caminábamos mirando para atrás, con la mochila sujeta lo más fuerte posible, no temblábamos cuando se nos acercaba una moto. Mirábamos a los ojos, sonreíamos, nos conocíamos todos en una ciudad cálida, acogedora, donde saludábamos a cada persona con quien nos cruzábamos", destacan.
"Hoy nos sentimos vulnerables, dolidos, asustados ante la situación que se está viviendo. Muchos de nuestro grupo hemos sido víctimas del descontrol que en estos días se apoderó de la sociedad. No podemos creerlo, nuestra generación ha tratado de transmitir los valores que aprendimos desde pequeños en cada uno de los hogares que formamos, en cada aula que alguno de nosotros tuvo que guiar, en cada grupo de trabajo, pero no ha sido suficiente", agregan.
"Así como nos hemos puesto de acuerdo para viajar a Bariloche coronando los 5 años de secundaria, para organizar un baile de graduación, o simplemente para juntarnos dos o tres veces por año como lo venimos realizando, hoy nos unimos en un solo grito ¡¡SEGURIDAD Y JUSTICIA!! Coincidimos en nuestro pedido, estamos preocupados y nos pareció que una forma de ocuparnos podría ser esta, expresar nuestro dolor en palabras, para que no se las lleve el viento, para comprometer a los responsables, para demostrar que nuestra opinión tiene tanto valor como el accionar de un delincuente que se escuda con un arma. Nuestras armas son la palabra y el corazón, el respeto y la honestidad. Queremos decir ¡¡BASTA!! Queremos volver a vivir tranquilos", indican.
"Estamos hartos de promesas que no se cumplen, de inexpertos que no encuentran soluciones o no les conviene encontrarlas. De la falta de valor al que debe imponerse pese a tener autoridad y poder hacerlo. De acuerdos políticos, de ciertas consideraciones a quienes no la merecen. De vivir con miedo y apresados pese a ser buenas personas, trabajadoras y honestas. ¡¡BASTA!! Es nuestro grito con todas las fuerzas. Somos conscientes que las sociedades evolucionaron y ya no podemos volver el tiempo y las costumbres para atrás, pero esto se ha convertido en una jungla, que creemos, no somos merecedores", dicen.
"Exigimos nos cuiden y cumplan con sus obligaciones quienes deben hacerlo, para eso juraron, se comprometieron y son remunerados. Como cada uno de nosotros cumple con su compromiso en los trabajos que desempeñamos, cumpliendo con responsabilidad nuestros deberes, queremos que nuestros derechos sean respetados y protegidos por quienes deben hacerlo", concluyen la carta, con la firma de las siguientes personas: Graciela Acastello, Analía Aimar, Graciela Alí, Rubén Amadio, Mónica Armando; Rita Bernhardt, Alicia Bürcher, Rubén Burkett, Graciela Capella, Marcelo Cepeda, Jorge Compagnucci, Diana Demo, Daniel Dominino, María del Carmen Galfré, Susana Geuna, Julia Gramajo, Miriam Kloster, Cristina Lavalle, Adriana López, Mirian Lorenzetti, Marta Martinasso, Patricia Nasetta, Silvia Palmero, Jorge Pavetti, René Prola, Liliana Ravasio, Laura Ré, Graciela Sarponti y Hugo Varayoud.