Las diferencias entre Liliana García y los integrantes de Bien Común, y que tantas veces negaron, quedaron en evidencia cuando en la mañana de este lunes la edil anunció que rompe el bloque vecinal y continuará como edil desde el bloque unipersonal Primero Rosales.
Las discrepancias no son nuevas, y el tiempo las fue agravando. El cierre de listas 2021, el trajín diario y “la política” derivaron en un divorcio apenas dos meses después de las elecciones en las que García no encabezó la lista de Bien Común pero fue reelecta y se aseguró 4 años más de gestión legislativa.
La ruptura se veía venir, pese a la negación de las partes, incluido Daniel Medina, referente y fundador del partido y hoy Delegado Regional de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). La concejal ya había sugerido que daría el portazo. Era cuestión de tiempo.
“La votación del presupuesto dejó gente herida, tienen quilombo adentro”, fue una frase de pasillo político y escalinatas del HCD. Como tantas veces el rumor se confirmó.
“No sea cosa que en poco tiempo sean 2 y no 3 los de Bien Común. Hay que ver si esta vez se anima o queda en la nada como la otra vez”, comentaban en alguna mesa chica la semana pasada mientras esperaban alguna decisión.
En la espera la estrategia del resto del arco político fue “shhhh... hay que guardarlo para que no se eche atrás”. Estaba claro que algo se cocinaba el fin de semana.
“La concejal Liliana García quiere comunicar a las vecinas y los vecinos rosaleños que a partir del día de la fecha se desvincula del partido vecinal Bien Común (...) las razones son diversas y complejas”, dice el comunicado de Primero Rosales el día lunes.
