Desde 1997, cuando la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional lo declaró como fecha de conmemoración, cada 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales. Es una jornada en el que se concientiza sobre estos ecosistemas, que son fundamentales para la biodiversidad y para el medio ambiente.
El Humedal de Villa del Mar abarca la zona sur de la costa bonaerense, comprendida entre Punta Alta y Bahía Blanca, nos pertenece como rosaleños y ofrece un valioso humedal costero marino: pesca, observación de aves, recreación, ecoturismo, deportes naúticos de bajo impacto y más, para el disfrute de sus pobladores y visitantes.
Se pueden avistar flamencos, garzas, ostreros, gaviotas cangrejeras, cisnes y patos son habituales en sus playas; pero también recibe todas las primaveras cientos de especies que migran desde Canadá y Alaska, que viajan sin escalas más de 10.000 kilómetros hasta estas costas para alimentarse y descansar.
En nuestras tierras reposan y descansan para, de regreso al hemisferio norte, reproducirse y criar a sus pichones. En cuanto a la fauna terrestre se pueden apreciar zorros, cuises y gatos monteses.
¿Qué son los humedales?
Generalmente se los identifica como áreas que permanecen inundadas o saturadas con aguas poco profundas durante largos períodos de tiempo, como pueden ser pantanos, lagos, ríos y lagunas.
Si bien pueden ser de origen natural o artificial, todos los humedales poseen una característica fundamental: el agua cumple un rol esencial que precisa sus particularidades y sus funciones ecológicas.
En la Argentina, estos ecosistemas ocupan un 21,5% del país; dicho de otra manera, abarcan 600.000 km² del suelo argentino. Si lo vemos a escala global, los humedales ocupan un 6% de la superficie terrestre, pero el dato de suma importancia es que sirven como hábitat al 40% de todas las especies de plantas y animales, según las Organización de las Naciones Unidas.
Según la ONU, estas zonas naturales y fundamentales están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques a nivel mundial. En los últimos 50 años, el planeta perdió del 35% de estas zonas.