La emprendedora obereña María Belén Candia pasó de vender artesanías para generar un ingreso extra para su familia, a que actualmente ese ingreso sea el sustento principal gracias a su constancia y a los programas como Hecho en Misiones.
Ella trabajaba en una agencia de seguros hasta que en el 2000 la despidieron. Al ser profesora de manualidades quiso ejercer la docencia pero en el Ministerio de Educación le pedían un título universitario. Empezó en la Facultad de Arte de la UNaM pero al tener que cuidar a sus hijos pequeños no pudo continuar.
Ante la situación de que el sueldo de su marido no alcanzaba para cubrir los gastos familiares, comenzó a hacer manualidades para fechas especiales como el día de la madre o el día del amigo y las vendía en el Centro Cívico. Y un día, en el Ministerio de Desarrollo Social le propusieron que presente su proyecto en el programa Manos a la Obra. Así fue como recibió fondos que uso para comprarse herramientas y empezó a formalizar su negocio inscribiéndose como monotributista.
Más adelante ingresó a la Red de Emprendedores, donde recibió capacitaciones para mejorar la administración de su emprendimiento.
En una de las muestras de fin de año, una italiana le compró un pesebre, a partir de entonces todos los años le compraba algo y durante tres años seguidos lo mandaba a Italia en cantidades más grandes en lotes de 200 unidades. Los ingresos principales de la familia actualmente provienen de las artesanías de María Belén y todos colaboran con la elaboración de los productos. "Ahora que mi marido está jubilado, me ayuda más con las artesanías, mi hijo maneja las máquinas más grandes que, como yo soy chiquita, no puedo manipular", señaló a Oberá Inside.