En la noche del miércoles 8 de marzo, una fuerte tormenta de granizo azotó la zona Este de Mendoza, afectando una vez más a los productores rurales, quienes han sufrido grandes perdidas en sus cultivos tras la seguidilla de tormentas durante este verano. Además hubo roturas de techos y caída de ramas de arboles.
La fuerte tormenta inició en la noche del miércoles y continuó durante la madrugada de este jueves 9 de marzo, afectando a localidades de Junín, Rivadavia y San Martín, donde Defensa Civil trabaja para asistir en los daños de viviendas y evacuar a la gente, muchos de ellos cosechadores y productores a los cuales se les esta brindando asistencia, ya que se encuentran en plena cosecha.
“Es una temporada muy dura para el Este mendocino, para Mendoza, para la vitivinicultura, para la fruticultura. El 9 de septiembre fue la primera helada, después hubo otra, y después tres tormentas con piedras importantes” dijo el vicegobernador Mario Abed, quien recorrió las zonas afectadas de Junín, según informa Diario Uno.
Esta fue una de las tormentas más fuertes e intensa de la temporada, con piedras del tamaño de una pelota de tenis, las más grandes que han caido, granizando en zonas 90% vitivinicolas, lo cual ha generado importantes perdidas que generan una gran crisis en el sector rural ya que no hay trabajo para los cosechadores y los productores van en declibe.
La educación también se ve afectada tras las fuertes tormentas en el Este mendocino
Tras la difícil situación que se está viviendo en la zona Este de Mendoza por las fuertes tormentas, las escuelas se ven directamente afectadas, ya que al ser dañados los cultivos, la gente de la zona no consigue puestos laborales en la cosecha y deciden abandonar sus hogares, mudando a los niños a otros colegios.
La Dirección General de Escuelas está cerrando algunas aulas ya que se encuentran deshabitadas por lo complicado que es vivir y sobrevivir a las heladas y el granizo de la zona, además la inasistencia de los niños a las escuelas se debe a lo difícil que se les hace llegar a los establecimientos por la cantidad de agua que inunda los caminos, cuenta Viviana, directora de la escuela Rezzoagli, en Junín, según informa Diario Uno.