Dos policías mendocinos quedaron detenidos luego de ser denunciados por sus respectivas parejas por violencia de género, aunque uno de ellos recuperó la libertad quedando sujeto a proceso.
El hecho más grave ocurrió en Rodeo de la Cruz, donde un uniformado fue denunciado por atacar a golpes a su actual pareja.
Cuando la Justicia identificó al efectivo, advirtió que en los últimos meses ya había sido acusado por otros tres hechos similares, por lo que se ordenó su inmediata detención.
Todo comenzó en horas de la mañana del sábado, cuando una mujer llamó al 911 para denunciar que su pareja, un policía de apellido Sosa, de 30 años y que trabaja en el CEO de Godoy Cruz, la estaba golpeando y amenazando.
A raíz de esto, un móvil llegó al domicilio y los efectivos entrevistaron a la mujer. A su lado se encontraba el sospechoso, quien fue demorado.
La víctima fue llevada a la Oficina Fiscal de Rodeo de la Cruz, donde explicó lo sucedido. Contó que el hombre la había golpeado y que "no era la primera vez que ocurría algo así". Agregó que era amenazada y que por eso no quería radicar la denuncia.
Sin embargo, la fiscalía de Violencia de Género decidió actuar de oficio. Así se inició una causa y se identificó al agresor. Allí salieron a la luz datos que sorprendieron a todos.
Es que al efectivo ya se le habían iniciado, en los últimos meses, otras tres causas por el mismo delito -lesiones-. En tanto que días atrás, la policía había tenido que asistir al domicilio por otra denuncia anónima que advertía sobre "un hecho violento" en esa vivienda.