Luego de años de conflictos e incumplimientos, la Justicia Federal decretó la quiebra de Industrias Alimenticias Mendoza perteneciente al grupo Alco. El escrito explica que la empresa no puede hacer frente a un pasivo pos concursal de más de 750 millones de pesos.
Los 120 trabajadores de las plantas de Tunuyán y Tupungato venían sufriendo esta situación que incluyó el cierre de la sucursal tunuyanina y retrasos en el pago de dos quincenas y los retroactivos de los incrementos de abril.
Miguel Guerra, delegado gremial explicó en declaraciones a Canal 9: "Dice que tiene una deuda total de 750 millones de pesos, hace como 10 años nos cortaron la obra social, somos 124 empleados efectivos en planta y no teníamos transporte, nos sacaron el comedor, no nos dan vestimenta".
El fallo establece el nombramiento de un síndico para administrar el proceso, la inhibición general de bienes, el cierre de las cuentas y la clausura de cajas de seguridad como así también la citación legal de los administradores.
"El juez tiene en vista unos inversores que están interesados en comprar la planta. También decretó al continuidad laboral de todos los operarios de la planta, es la única buena noticia que tenemos", agregó Guerra.
Esta situación hace que para los trabajadores la quiebra no sea una mala noticia sino por el contrario, una oportunidad de normalizar su situación laboral.
"Que le hayan quitado a estos delincuentes la dirección de la planta es una tranquilidad, una planta que daba 1.200 millones de pesos de ganancia anual por temporada, no sé cómo se han fundido. Para mí han usado esta bicicleta financiera para trabajar con nuestra plata", acotó Miguel Guerra.
