Dentro de los capítulos más oscuros de la historia argentina, un halo de luz asoma en la figura de Geoffrey Cardozo, un oficial inglés que tras finalizar la guerra de Malvinas recogió los cuerpos de los argentinos caídos y les dio una sepultura honorifica. Luego, con la ayuda de expertos, logró erigir el cementerio en la isla y darles un entierro decente, con los honores correspondientes.
Veinticinco años después, Cardozo conoció en Londres a Julio Aro, veterano de Malvinas, a quien le entregó el documento que realizó en 1983 cuando inhumó los cuerpos. Aro volvió a Argentina y creó la Fundación No me Olvides. Luego de incansables labores, hasta el momento, han logrado identificar a 93 de los 123 solados enterrados.
Las tareas de exhumación fueron conducidas por el CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja), con la participación de expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense, tras un acuerdo firmado en 2016 entre el Reino Unido y Argentina para identificar los restos de los combatientes enterrados en Darwin.
Tan loable ha sido la tarea de estas dos personas, que fueron propuestos por la Universidad Nacional de Mar del Plata para el Premio Nobel de la Paz. Por todo esto, el intendente de la Ciudad de Mendoza, Rodolfo Suarez, decidió declarar "Huésped de Honor" de la Ciudad a Geoffrey Cardozo y Julio Aro, aprovechando la visita de ellos a Mendoza.
“Lo que hicieron es muy meritorio y ejemplificador para las futuras generaciones”, expresó el mandatario capitalino en la reunión que mantuvo con ambos y en donde dialogaron sobre las labores que habían llevado a cabo.
Durante el encuentro, el coronel británico compartió un breve y emotivo documental audiovisual, que narra el momento de la inhumación de los cuerpos el día 19 de febrero de 1983.