La joven Julieta Silva, acusada de atropellar y matar a Genaro Fortunato, decidió cambiar de abogado defensor: en lugar de la defensora oficial ahora contará con los servicios de Alejandro Cazabán, exministro de Seguridad de Arturo Lafalla y exministro de Gobierno de Celso Jaque.
El letrado dijo que accedió al pedido después de hablar con los familiares de la detenida y que, en ese sentido, pedirá la suspensión de los plazos de la apelación -que se calculan en diez días- para que pueda estudiar bien el expediente.
El martes, Silva asistió a la audiencia de la prisión preventiva en la que el juez Pablo Peñasco le corroboró la acusación de la fiscal Andrea Rossi: "homicidio agravado por alevosía y por el vínculo de pareja". Esa fue la última vez que la abogada oficial Florencia Garciarena hizo las veces de defensora.
Para el juez Pablo Peñasco, "no tiene asidero científico"la versión de la acusada, en la que aseguró no haber visto a su novio al momento de atropellarlo a la salida de un boliche de esa ciudad a las 5 de la mañana.
Por su parte, frente a los jueces y los abogados, Silva le pidió "perdón" a la familia de Fortunato, también presente en la sala, y entre lágrimas expresó: "Acá no hay estrategia, la única verdad es que no lo vi".