La Ciudad de Mendoza conmemora los 212 años de la Alameda

El 13 de agosto de 1808 nació oficialmente como paseo, al ser aprobada su construcción por el Cabildo.

La Ciudad de Mendoza conmemora los 212 años de la Alameda
Alameda Mendoza

La Ciudad de Mendoza conmemora este jueves el aniversario de la Alameda. El emblemático paseo mendocino cumple 212 años y desde la Municipalidad prepararon un video alusivo con un recorrido por la historia del lugar.

El municipio publicará en las redes el clip "Nuestra Alameda, ayer y hoy..." para que los mendocinos puedan disfrutarlo desde casa.

Alameda Mendoza
Alameda Mendoza

Un poco de historia

La Alameda se encuentra sobre avenida San Martín, entre Córdoba y Ayacucho. A pedido de los vecinos, los alcaldes comenzaron a gestionar en 1806 un paseo que luego se llamaría "La Alameda" situado a un costado de la calle principal, la actual avenida San Martín – hasta la década de 1880 llamada San Nicolás–.

El 13 de agosto de 1808, nació oficialmente "La Alameda" como paseo, al ser aprobada su construcción por el Cabildo. El mismo tuvo una extensión original de seis cuadras y se construyó con la ayuda de los vecinos, para esto se tomó como modelo el Paseo del Tajamar, de Santiago de Chile.

Por iniciativa del español Juan Francisco Cobo se plantaron allí álamos, introducidos por él a la provincia.

Durante la gobernación intendencia del General José de San Martín en 1814, la Alameda fue embellecida y extendida a sus siete cuadras actuales, convirtiéndose en un verdadero paseo público con una doble hilera de álamos, un rosedal y asientos de cada lado, generando un nuevo ámbito social separado de la plaza fundacional.

Alameda Mendoza
Alameda Mendoza

Se dice que la costumbre de pasear por la Alameda la iniciaron el mismo San Martín y su esposa, Remedios Escalada. Muchos personajes relacionados con la Campaña Libertadora pasearon por la Alameda y también numerosos viajeros la visitaron, dejando crónicas que reflejan lo que allí sucedía en otras épocas.

Hacia 1825, algunos viajeros dieron sus impresiones sobre la tranquilidad de la ciudad y algunas costumbres de sus habitantes, como dormir la siesta, tomar postres de nieve (helado) mientras paseaban por la Alameda y bañarse en el Tajamar (un antiguo canal de riego que hoy corre entubado debajo de este paseo).

Hacia 1911, debido a su mal estado vegetativo, los álamos originales que le dieron su nombre fueron reemplazados por tipas blancas y acacias visco que hoy luce el paseo.