El Instituto Nacional de Prevención Sísmica medirá la actividad sísmica en el sur de Mendoza para determinar si la técnica de fracking que se utiliza en Vaca Muerta está provocando temblores en el área de explotación del yacimiento.
De los 26 sismógrafos que se instalarán, dos serán ubicados en Mendoza: uno en San Rafael y otro Malargüe. El resto se colocará en Neuquén, Río Negro y La Pampa.
La coordinadora técnica del Inpres, Silvana Bustos, si bien aclaró que en países de Europa el fracking está prohibido, consideró que este tipo de estudios se realiza para poder "establecer pautas y protocolos específicos para que el nivel de afectación sea controlado y monitoreado", indicó.
En relación a los estudios que se harán en la zona de Vaca Muerta, desde Inpres aclararon que habrá que esperar al menos un año para obtener datos científicos para determinar si el fracking es causante o no de movimientos telúricos.
En tanto, el Gobierno de Mendoza, mediante el decreto N° 248- con el que reglamentó el fracking- dejó establecida la exigencia a todos los proyectos para que coloquen sismógrafos en las zonas donde trabajan.
En 2017 en el Puesto Rojas (Malargüe) se colocaron cuatro sismógrafos para medir la actividad sísmica. "Luego de dos años, no se han registrado temblores provocados por causas antropogénicas", anticipó Miriam Skalany, directora de Protección Ambiental de Mendoza.