La mujer embarazada que vivía en una camioneta junta a sus cinco hijos, recuperó su casa. Estuvieron 13 días en la calle pero el martes a la madrugada puedo volver a su hogar: "Por los menos me dejaron el techo y las paredes", dijo conmocionada.
La mujer y sus hijos dormían en una Peugeot Partner en la que antes realizaba repartos de panificados, pero ahora no sigue por la crisis económica y las consecuencias injustas que debió pagar por denunciar a su pareja por violencia de género y abuso, según detalla El Día.
La solución llegó luego de que el caso de usurpación, con arma de fuego de por medio, se hiciera público en los medios. Todo se inició en la Comisaría Décimo Primera de Ringulet donde Estela Luna radicó la denuncia e intervino la fiscal María Eugenia Di Lorenzo.
La mujer aseguró que la "arrojaron" a la calle de manera violenta y que le robaron los muebles, la ropa y todos los elementos de la casa. Esta situación fue investigada por la Fiscal y al mismo tiempo, empezaron a analizar la posibilidad de que la ex pareja haya negociado el título de la casa con personas del barrio, luego de que esta lo denunciara por violencia de género.
"Tenía una casa con muebles y no quedó nada. Está vacía, rota y toda sucia", comentó la mujer cuando regresó a su casa y remarcó: "De acá no me muevo. Voy a dormir sobre un colchón tirado en el piso. Esta es mi casa y me quedo acá".
Asustada por la situación, Luna aseguró que sus vecinos son "gente de bien" pero que espera que llegue pronto la Policía a la cuadra para cuidarla a ella y sus hijos por "los que me habían usurpado pasan a cada rato".
Pero además de quedarse con la casa vacía, la mujer se quedó sin trabajo y sólo cuenta con asistencia estatal: "Si alguien puede ayudarme, lo voy a agradecer", señaló.